El ático

DÉFICIT HABITACIONAL La gran cantidad de familias que viven en viejos caserones condenados, barracas y refugios para damnificados de incendios y otros desastres anteriores, así como esas áreas que son el foco de encuentro de quienes se desplazan a las ciudades principales del país en busca de mejores días para ellos y sus familias es la gran tarea, no solo de este gobierno, por solventar. El déficit habitacional es elevado, los programas de viviendas sociales y de costos accesibles para los panameños de clase media baja y profesional son el gran reto para el Estado; sobre todo cuando la población, aunque pequeña aún, va formando nuevas familias con sus responsables cada vez más jóvenes; y casado, casa quiere... y necesita. Las medidas deben ser drásticas, prontas y concretas para desarrollar los programas de vivienda donde se tenga la posibilidad de hacerlos de manera digna y segura para sus futuros ocupantes.