El impacto va más allá de la venta final. Incluye la compra de telas, hilos perlas y otros insumos, creando una cadena de valor que dinamiza la economía...
- 17/10/2013 02:00
El ático
CUANDO SE ‘METE LA PATA’, lo que corresponde es ofrecer una disculpa. El señor presidente lo dijo al inicio de su gobierno ‘se puede meter la pata...’, lo cual parecía una sentencia de lo que venía. Y, él mismo se ha pasado estos años dándonos una fructífera cosecha de términos y frases, que de unos meses para acá se vierten con más frecuencia por su red social favorita, Twitter. Cada vez que parece sentirse fuera del ‘raiting’ nos suelta uno de sus ‘tuitazos’, que habría que verificar si en efecto son espontáneos o muy bien pensados para provocar una reacción de una elite política que sabe atenta a todo lo que él hace y dice, ¿para distraer, para alborotar el cotarro? Lo último, llamar a cuatro damas políticas ‘despechadas’; y ahí tiene su efecto bumerán. Pero, en lugar de disculparse, salen sus ‘cercanos’ a agravar la situación tratando de descalificar el movimiento generado por el último desliz tuitero del señor presidente; aunque a quien corresponde hablar al respecto es a él directamente, no a sus ‘consejeros’.