El ático

Los últimos malos recuerdos: Como ya saben que se van, que les van a comprar su negocio, den o no buen servicio, los operadores de los ‘diablos rojos’ que siguen circulando se esmeran por dejar sus últimos malos recuerdos. Cada vez hay más chatarras en la calle, es curioso ver vehículos que aparentan que hacía mucho que no estaban en el sistema, los conductores manejan como ‘alma que lleva el diablo’, música a todo volumen —una usuaria se quejaba el fin de semana de que el ruido, porque a los niveles que la ponen ya no es música, era tal, que bajó del bus mareada y con náuseas—, etc., etc. Esto se ve sobre todo los fines de semana, cuando brillan más por su ausencia los ‘representantes de la Ley’, que al final de cuentas tampoco hacen mucho aunque estén y los usuarios se quejan solo entre ellos, porque dicen que si antes las autoridades no hacían nada, ahora menos, así que ¿para qué perder el tiempo en denunciarlos?