• 23/08/2016 02:01

Del inquilinato del ayer al peculado de los caseros hoy

¡Ya podríamos comer mangos... y sembrar un maíz en la Zona del Canal!... como decía Chang Marín

El 66.14 % de lo panameños dijo ‘SÍ ' y el 31.99 % dijo ‘NO ' al Plebiscito del 23 de octubre de 1977 que ratifica el Tratado Torrijos-Carter. 74 años de lacerante relación con EE.UU. ¡Tanta sangre derramada por nuestros mártires! Mujeres y niños sufriendo el exilio o la cárcel de sus padres o esposos únicamente por tener dignidad de Patria. Desahuciado está el que tiene que marcharse a vivir una cultura diferente... parafraseando a Mercedes Sosa. Así vivieron nuestros héroes durante décadas.

¡Ya podríamos comer mangos... y sembrar un maíz en la Zona del Canal!... como decía Chang Marín.

No volveríamos a escuchar los acompasados taconeos que estrujaban el corazón y empañaban los ojos ni habría más muertos por las bayonetas gringas ni regresarían los soldados de ojos azules con sus tiendas de campaña a ocupar el parque de Santa Ana.

Evidentemente, aquellos caseros que construyeron vivienda para los trabajadores que llegaban para la construcción del Canal formadas por decenas de cuartos, separadas por delgadas paredes con una rejilla para la ventilación, un par de escusados y baños comunes, de madera y techo de zinc, insalubres e incómodas; condiciones estas, que no fueron inconveniente para que empezaran a elevar los alquileres entre un 25 % y 50 % desde enero de 1925, desalojando a quienes no pudieran pagar, figuraron en ese 31.99 %.

El pueblo se levantó y fue brutalmente reprimido por la policía zoneíta.

Aquellos traidores que solicitaron a EE.UU. su intervención ‘para restablecer el orden público ' y que le otorgaron al enclave colonial, la potestad para intervenir en cualquier punto de Panamá para restablecer el orden constitucional, también formaron parte de ese 31.99 %.

Seguro que la familia de aquel paria sin identidad nacional, secretario de Relaciones Exteriores, quien, el 30 de octubre de ese 1925, agradeció al gobernador de la Zona del Canal por la ‘eficaz cooperación prestada por las fuerzas militares ' durante el movimiento inquilinario, también formó parte de aquel 31.99 %.

¡Perdieron! Ganó la resistencia del pueblo. Ganaron los mártires, héroes anónimos que pelearon por eliminar la colonia norteamericana. Ganó la inteligencia y la tenacidad de un hombre que tuvo la visión y el cálculo militar de establecer una estrategia que recuperaría nuestro territorio, sin derramar una gota de sangre más.

¡Qué poco tiempo disfrutamos! Desde la muerte de Torrijos, todo se fue desmembrando. Culminó con la invasión de 1989, que impone el nuevo orden mundial: el neoliberalismo. La Nación volvió a convertirse en caricatura de país, donde los judas opresores del pueblo se apoderan de las riquezas del territorio liberado.

Hoy, se desnuda de cuerpo entero una de esas familias que elevaron el costo de las miserables viviendas en 1925 y que, sin compasión, los echaban a la calle.

30 de septiembre de 2011: La ACP adjudica a Astilleros Armón un contrato por $150 000 000 para la construcción de 14 remolcadores.

3 de octubre al 11 de mayo de 2013: el hijo del administrador de la ACP labora en Marine Legal Services S.A. como gerente general.

5 de enero de 2012 a 10 de septiembre de 2013: Jorge Alexander Quijano es socio y abogado principal de Mills & Associates.

11 de marzo de 2013: Astilleros Armón otorga poder a Mills & Associates como agente residente y representante legal.

Jorge Alexander Quijano, al hacerse asociado de Quijano & Asociados, traslada a su cliente, Astilleros Armón, para dicha firma. La empresa asturiana otorga poder para la representación de las naves Cerro.

Esta cronología evidencia cómo los glotones financieros conducen sus negocios sin ética ni moral.

Con el desparpajo que caracteriza a los inmisericordes que, a costas del dolor del desposeído, amasa fortunas para sí, el 19 de enero de 2015, Jorge Luis Quijano, padre del representante legal y agente residente de Astilleros Armón, miente en la Asamblea Nacional, asegurando que su hijo, Jorge Alexander Quijano, trabajaba para una firma de abogados que no representa a Astilleros Armón.

Los trabajadores no profesionales del Canal de Panamá llegaron a su límite. Reclaman un alto a la corrupción. Y se han atrevido a denunciar penalmente a Jorge Luis Quijano, administrador de la ACP y a su hijo, por los delitos de falsedad ideológica, tráfico de influencia y corrupción de servidores públicos.

Los Non Pro no están solos en esta pelea. El Canal es de todos y estaremos a su lado, peleando hombro a hombro hasta que se castigue a los corruptos.

FINANCISTA

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