• 25/05/2024 00:00

Cambios en los procesos electorales

Son impostergables varias reformas constitucionales, en temas fundamentales para el fortalecimiento democrático e institucional de la república

He leído, con mucha atención, el artículo bajo el epígrafe “Moca y los cambios constitucionales”, bajo la rúbrica del distinguido jurista Julio Linares Franco donde plantea, con claridad meridiana, el tema de los cambios constitucionales, los cuales comparto, debiéndose consensuar perentoriamente las disposiciones que regulan o tienen una incidencia directa en los procesos electorales. Existen temas que deben priorizarse y que reclama la ciudadanía a gritos.

Uno de los partidos políticos que participó en la recién contienda electoral ha expresado que se requiere “iniciar, lo más pronto posible, el proceso de cambios constitucionales tal como en campaña prometió el presidente electo que haría”.

Son impostergables varias reformas constitucionales, en temas fundamentales para el fortalecimiento democrático e institucional de la república.

El Dr. C. Pedreschi considera que son necesarios los cambios a la Constitución Política de la República de Panamá. Ya desde el año 2019, así lo expresé en mi ensayo titulado “Hacia un nuevo orden constitucional”, el cual fue reproducido el mismo año por el diario La Estrella de Panamá (7 / junio / 21)

Temas como la reconfiguración de la Asamblea Nacional, y la reducción de la cantidad de sus integrantes. Se concluye que lo más conveniente es la elección de diputados a nivel provincial y otros a nivel nacional y de esta manera terminar con la malsana práctica del clientelismo político que se propician en los llamados circuitos electorales, lográndose así una mejor y mayor representación política.

El Dr. Mario Galindo, ha indicado: “Diputados provinciales y nacionales. Ya la voz del pueblo, que es el soberano, en su clamor, ha expresado la aspiración de que se reforme el sistema de elección de diputados, sustituyendo los malos y perversos circuitos electorales que fueron concebidos con un criterio localista y clientelista ... No responde a los intereses nacionales la elección de diputados por circuito”, (ver Cambios Constitucionales, E. de Panamá del 27/ 2 / 20).

Sobran las pruebas que demuestran que en la elección en los circuitos plurinominales el proceso de conteo de votos se distorsiona, y se traduce en un lento, y complicado proceso, el cual, a la hora de la asignación de las curules, genera incertidumbre, que llegan al borde del caos, tal como ocurrió en el circuito 2-1 (Penonomé 7 de mayo /24).

Atinadamente se consignó en la opinión editorial del diario La Estrella de Panamá el día 22/3/24 al resaltar que “el argumento del residuo y el cociente es que así le dan participación a los partidos más pequeños, pero es a costa de la voluntad del pueblo - Si realmente queremos avanzar como país, tenemos que cambiar la forma de elección de los diputados y salir de esas componendas electorales de los diputados por residuo. ¡Así de simple!”.

Ya es hora de establecer en la Constitución, la obligatoria segunda vuelta electoral, como existe en muchos países latinoamericanos, (Colombia, C. Rica ), dado el bajo porcentaje con el que resulta electo el presidente de la república ( 34%), y lo reafirma el Lcdo. Eduardo Quirós, al decir: “Un nuevo triunfo presidencial por menos del 35 % de los votos deja claro que nuestro sistema lectoral requiere estudio y revisión integral para evaluar una segunda vuelta electoral ...”.

Sobre el fenómeno pernicioso de la reelección, basta con citar las palabras del Dr. Pedreschi. “Los diputados solo podrán serlo por dos períodos, bien sean estos consecutivos o alternos”. Dicho de otra manera: por mandato e imperio de la ley, usted solo se puede reelegir por un solo periodo o una sola vez, y así desarraigamos la mala práctica de tener personas que se creen insustituibles en los cargos, algunos con más de 30 años. Esa apetencia releccionista se elimina a través de la normativa constitucional, es decir, a través de la imperiosa ley, como reza el adagio latino “Dura lex, sed lex”, como principio fundamental de los Estados de derecho, proveniente del derecho romano, que puede traducirse como “la ley es dura, pero es ley”.

Oportunamente el Dr. Hernán Larraín, expresidente del Senado de Chile manifiesta que la reelección distorsiona la democracia, es un convencido y por eso cree en la necesidad de limitar la reelección de los parlamentos, en el caso de Panamá, de los diputados, (Ver E. de Panamá, 9/4/24).

Ahora solo resta decir “que quizás no haya que inventar el agua y se retome el proyecto original que fue consensuado en la mesa de concertación a principios del Gobierno pasado”, tal como se plantea en Entrelíneas en la columna: “Para evitar el sobresalto”, (E. de Panamá, 9 /5 /24). Para mañana es tarde.

El autor es abogado y escritor
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