¿Por el camino correcto?

POLITÓLOGO Y MIEMBRO DEL FRENO.

En mayo del 2009 fue electo un grupo de panameños, al cual el pueblo le otorgó el derecho a gobernar y que dirigirá la nave de la Nación hasta el 2014. Este equipo está compuesto en su mayoría por empresarios, que gobiernan para el sector empresarial, actúan como empresarios, su filosofía es empresarial y los equipos que les acompañan en el desempeño de sus tareas están compuestos por empresarios. Lo más conocido de CoNEP, APEDE y Cámara de Comercio está representado en una u otra Institución Pública. Si no lo ha analizado hasta la fecha, empiece a hacer su propio áudito iniciando en: la Presidencia, el Gabinete, representación en el exterior, instituciones autónomas y cargos relevantes en los ministerios y obtendrá su propio resultado.

Banqueros, agroexportadores, comerciantes, industriales, ganaderos, representantes de grandes firmas de abogados, etc. y cuanto sector que es parte en esta administración gubernamental, prometieron con ‘el cambio’ hacer funcionar las manecillas del reloj en el camino correcto, pero lo que se observa es que marchan en sentido contrario. No vamos bien, si se atreven a dudar, hagan una consulta popular, no encuestillas de conveniencia.

No me opongo para nada a que el sector empresarial gobierne. Soy un empresario, luego de haber sido sindicalista; pero seamos serios y justos con la sociedad. Los discursos y señalamientos más encarnizados que ha realizado la empresa privada a las distintas administraciones que de una u otra forma nos han gobernado o desgobernado (como diría el Dr. Bernal), ha estado enfocado a criticar el tamaño del Estado. Se cuestionó siempre el costo de la planilla y el tamaño de la cacareada ‘burocracia’; hoy los informes económicos señalan que tanto los costos, como la planilla han aumentado, sin observarse la viga existente en el ojo de los responsables de las decisiones.

La corrupción campea en la mayoría de la Cosa Pública, es la percepción ciudadana y se conoce gracias a Julius Assange, los informes de los gringos que versan sobre la materia. Encuentras manos y pies metidos, en un sancocho de dimes y diretes que lo que busca es asquear al pueblo para que no preste importancia al papel de supervisar; y cuando la situación está al borde del destape, aparece el titular de ‘repatriarán a Noriega’. como parte del circo para distraer.

Como si metiendo a Manuel Antonio en un trapiche se sacará un ungüento morboso, que contenga los aciagos pasos de muchos de los que le han sucedido, quienes demuestran ser peores en su actuar.

Los entes empresariales fueron parte de una lucha nacional para restablecer la democracia, la cual costó el más alto precio al pueblo con el bloqueo, la invasión y el golpe económico posterior. Hoy, desde el poder, otro grupo económico empresarial ajusta la chaqueta constitucional y atenta contra la democracia, imponiendo sufrimientos innecesarios a la población.

Se ha discutido tanto del necesario balance de los órganos del Estado (plena separación de los poderes); pero lo que existe en la actualidad es un presidencialismo omnímodo, donde los representantes de un Órgano de poder imponen sobre el resto y se observa que su determinación, con un apetito voraz e insaciable, es tragarse a los demás. De continuar así, la Constitución de la República será una pelota de trapo que los poderosos patearán en una plaza polvorosa a sus anchas y antojos.

Las autoridades han perdido el atributo del respeto que tenían los letrados del inicio de la vida republicana. Cualquier pelagatos es designado magistrado de la Corte Suprema de Justicia, ante las barbas mismas de selectos, capaces y preparados profesionales no miembros de partidos políticos, mismos, que observan cómo, producto de ese actuar, los tribunales parecieran casas de juegos, donde tienen mancillada en una esquina a la justicia y en la otra vejada y ultrajada a la seguridad jurídica, preguntándonos ¿en dónde queda la Majestad de la Patria?

Las famosas cartas a CADE y a las organizaciones de la sociedad civil, del aspirante presidencial del CD en las elecciones, no eran otra cosa que el cebo en el anzuelo para llegar a la meta apetecida. Revise ¿a quién han elegido con un nuevo sistema democrático y participativo, como el que proponían? ¿Se ha elegido a los mejores? ¿Nos sentimos satisfechos y seguros en cualquier aspecto?

El desgaste de meses y años de la Asamblea Nacional, es a producir normas inconsultas, personalistas, antojadizas y con privilegios que, luego de luchas y refriegas del sector popular y sus organizaciones de masas, quedan inútilmente tiradas en las cañerías de la historia... ¡Y otra nueva locura aparece en el horizonte!