• 02/10/2014 02:00

Por fin, el camino de Gorgona

Lo cierto es que, aún en el siglo XXI, dudo mucho que alguien sepa en Panamá dónde se encuentran las piedras del Camino de Gorgona

Si el Camino de Cruces resulta extraño para muchos panameños, porque poco han oído hablar de él, no saben dónde está, no conocen la importancia que tuvo en el Panamá Colonial, o simplemente tienen un recuerdo muy vago, que una vez les hablaron algo en la escuela, entonces el Camino de Gorgona es impensable.

La fuente histórica de mayor trascendencia para conocer a Gorgona nos las da el capitán don Nicolás Rodríguez, ingeniero pro su Majestad del Reino de Tierra Firme, sobre los caminos que se trafican a los sitios de Cruces y la Gorgona.

En su informe, el capitán Rodríguez, en compañía de los guías Juan Carlos Gutiérrez y de Luis de Vargas, alcalde de provincia, el 21 de febrero de 1735, salieron de reconocimiento, iniciando de San Felipe hacia Cruces y la Gorgona. El propósito del viaje, informar al rey del estado de los caminos para su pronta reparación, por las constantes quejas por accidentes por caída de mulas y la pérdida de ropas y enseres.

Por ejemplo, dice el informe que por el mal acomodo de las piedras y lo angosto de los pasos, las mulas resbalan y caen con piernas fracturadas. Pero la causa que ha arrastrado la atención a reflexionar sobre la instalación de la Aduana de Cruces en el río Chagres, son diez torrentes, o raudales, que hacen peligrosa la navegación antes de llegar al poblado de Cruces. El hundimiento de barcas, con pérdidas de vidas, mercadería y caudales hacen pensar seriamente en habilitar el sendero que va a la Gorgona, poblado de negros y de indios, a una legua (5 kilómetros) antes de recalar en Venta de Cruces y con un mejor embarcadero.

No tenemos información exacta de cuándo se construyó el empedrado de Panamá a la Gorgona. La referencia nos la da el historiador Rolando Dennis Hussey, quien hace alusión en su ensayo intitulado ‘Caminos coloniales de Panamá’, que probablemente en el siglo XVIII se empezó a usar a Gorgona como lugar de desembarque, durante la estación seca.

Lo cierto es que, aún en el siglo XXI, dudo mucho que alguien sepa en Panamá dónde se encuentran las piedras del Camino de Gorgona. Sin embargo, y con esto resalto la labor voluntaria del Señor Desconocido, quien ya ha encontrado tramos del mítico empedrado en los sitios dónde se apartan los caminos detrás de Clayton. Cruce del río Dominical y Camarón, a un costado de la vía Centenario, y en el río Pedro Miguel. Deseo resaltar el afán del explorador Enrique García, preocupado de siempre por la historia nacional.

*EXPLORADOR Y CONSERVACIONISTA.

Lo Nuevo