Más cara la mecha que el candil

Por aquellos días de julio del 2009, cuando al Grupo Unidos por el Canal se le adjudica el contrato para diseñar y construir el nuevo juego de esclusas del Canal de Panamá, el más importante contrato de ampliación de la importante vía marítima por la suma de 3118 millones de dólares, para el diseño y construcción del tercer juego de esclusas, todo el panorama era promisorio. El grupo ganador estaba integrado por empresas de España, Panamá, Bélgica e Italia y las obras deberían estar concluidas en 2014, cuando el Canal cumplía un siglo en servicio y esto no se cumplió. La obra fue inaugurada el 26 de junio de 2016.

Luego vino la parte desabrida y mal oliente de este negocio, al que algunos le achacan el aforismo popular que dice que ‘lo barato sale caro ', cuando surge un reclamo que parece una práctica común de licitar a bajo precio para luego pedir adendas y reclamos de costos adicionales no estipulados en el contrato y de este modo cuadrar las faldiqueras.

El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) presentó reclamos por 3596 millones de dólares por supuestos sobrecostos. El monto en reclamo supera el valor del contrato original que fue por 3118 millones de dólares para el diseño y construcción del tercer juego de esclusas. Del monto total de los reclamos, 1520 millones de dólares fueron elevados a la Junta de Resolución de Conflictos, de los cuales hay pendientes de decisión 569 millones ante esta instancia. GUPC tiene interpuestos arbitrajes por 527 millones.

Además del pago del monto del contrato, que fue por 3118 millones de dólares, el consorcio ha recibido pagos por 27.6 millones en reclamos reconocidos por la Junta Directiva de la ACP y 336 millones en fallos a su favor emitidos por la Junta de Resolución de Conflictos.

En enero de 2015, la Junta de Resolución de Conflictos ventiló un reclamo de GUPC por 463 millones y otorgó al contratista 243 millones. La Autoridad del Canal pagó los 243 millones al contratista, pero emitió una nota de inconformidad con el fallo para que el caso fuera a arbitraje.

En diciembre o enero se conocerá el final de esta historia, ya que se desarrolla en Miami, EE.UU., una audiencia de arbitraje en la que se ventila un reclamo de 194 millones de dólares que surge de la construcción del ataguía o presa provisional en la entrada al nuevo juego de esclusas en el lado del Pacífico, construido por GUPC. En este arbitraje Panamá es representada por la firma Mayer, Brown, Vilson & Elkins y Manus McMullan QC, quienes cuentan con el apoyo de la firma panameña Galindo, Arias & López y el equipo de abogados de la Autoridad del Canal.

Ahora Panamá, a la espera de lo que parece ser la sentencia popular de que ‘saldrá más cara la mecha que el candil '.

Jamás olvidaremos al grupo constructor español Sacyr Vallehermoso y sus mañas. La historia del Canal se ha escrito con sangre.

PERIODISTA