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- 06/09/2011 02:00
Segunda vuelta electoral: la otra cara de la moneda
PERIODISTA
Para muchos pareciera una enajenación por parte del gobierno querer aprobar sea como sea, la segunda vuelta electoral. Tanto así que no le ha importado convencer utilizando algún mecanismo extraño a varios diputados de oposición; e incluso, darle la espalda a sus aliados en las elecciones de hace dos años con un rompimiento que ha creado una crisis política en el país.
El presidente Ricardo Martinelli se ha fijado como una cuestión de vida o muerte la aprobación de esta alternativa en las elecciones, argumentando que esto es lo mejor que nos puede ocurrir, porque se garantiza que el próximo presidente sea electo por un mínimo del 50% más uno, de los electores que ejercieron el sufragio.
Es fácil deducir que de no lograrse esa cifra, entonces tendríamos que ir a una segunda vuelta electoral que lógicamente provocaría alianzas de última hora en donde tanto el primer lugar como el segundo, buscarían el apoyo de los otros candidatos. Sabemos que no será por la linda cara del interesado, sino que se tendrían que hacer ofertas de las que bien valdría la pena preguntarse si son morales o inmorales.
Consultado por uno de los diputados de la Asamblea Nacional, e incluso en otras declaraciones pertinentes, el presidente del Tribunal Electoral, magistrado Gerardo Felipe Mayela José Capistrano Solís Díaz, no dudó en señalar que ‘es un tema que debe estar en la Constitución’. Y añadió que ‘la ley viene a reglamentar los preceptos que están en la Constitución. Así que la segunda vuelta es un tema que debe estar en la Constitución’.
La magia del Internet nos permite aprovechar esa herramienta para investigar las bondades y desventajas de aplicar un sistema de esta clase. El mandatario dice que esto fortalecería la democracia y que la mayoría de los otros países lo utilizan con excelentes resultados. Veamos entonces, el pro y los contras.
Entre sus bondades:
‘El sistema de doble ronda le brinda a los electores una segunda oportunidad para votar por el candidato de su preferencia, e incluso de cambiar de opinión entre una ronda y otra.
Alienta la integración de intereses diversos en torno a una candidatura exitosa en la primera ronda de cara a la segunda, por lo que fomenta la realización de negociaciones y acuerdos entre partidos y candidatos.
Atenúa el problema del ‘voto dividido’, situación común en varios sistemas de pluralidad/mayoría donde dos partidos o candidatos similares se dividen el voto de su electorado común, lo que abre la posibilidad de que triunfe un candidato menos popular’.
Desventajas:
‘Ejerce una considerable presión sobre el organismo electoral al exigirle organizar una segunda ronda electoral muy poco tiempo después de la primera, aumentando significativamente tanto el costo global del proceso electoral como el tiempo que transcurre entre la celebración de la elección y la declaración de los resultados.
—Puede provocar inestabilidad e incertidumbre. Asimismo, el sistema de DR le impone una carga adicional al elector y, en ocasiones, se registra un marcado descenso de la participación electoral entre la primera y la segunda vuelta.
—Diversos estudios han mostrado que en Francia se producen los resultados menos proporcionales de las democracias occidentales y que el sistema tiende a fragmentar los sistemas de partidos en las nuevas democracias.
—Uno de los problemas más serios que comporta la aplicación de un sistema de doble ronda son sus implicaciones en sociedades profundamente divididas’.
Analizado lo anterior, queda entendido que no es tan cierto que la ‘segunda vuelta electoral’ es una fórmula que ofrece únicamente ventajas a los electores y que igualmente fortalece el concepto de democracia electoral.
Ojalá que las autoridades sean más honestas a la hora de defender sus teorías mostrando las dos caras de la moneda. Aparte que la gran mayoría de los juristas señalan que esta decisión debe darse a través de las reformas a la Constitución Política y no a las del Código Electoral.