• 24/07/2014 02:00

Cartago, de Joyce Carol Oates

Cartago, historia sobre la muerte, traición y guerra, su decimocuarta novela, se inspiró en las fotografías de Guerra de Nina Berman

Oates, escritora norteamericana, candidata al Nobel de Literatura. Inigualable la calidad de su prolífera obra. Domina todos los géneros: cuentos, ensayos, poesía, guiones para películas.

Cartago, historia sobre la muerte, traición y guerra, su decimocuarta novela, se inspiró en las fotografías de Guerra de Nina Berman, imágenes del conflicto armado, expuestas en el Museo de Brooklyn. Conmueve la serie de TyZiegel, sargento marino, horriblemente desfigurado por explosivos en Irak. No queda claro si fueron sus compañeros que había delatado, o iraquíes. Luego de una serie de cirugías, contrae matrimonio con su prometida, la relación no prospera, fallece en 2012. Nadie que haya visto la serie de la boda del marino puede olvidarla. Éste inspiró el personaje de Brett Kincaid. La humanidad crea monstruos que se rebelan contra sus creadores.

Oates expone los traumáticos efectos psicológicos, físicos que Berman plasmó en su fotografía. Traumas, moralidad. Exhibe fiel retrato de los horrores de la guerra, lo peligroso que es asignar una culpa. Nefastas consecuencias en la vida personal, familiar, mente, cuerpo, tendencias suicidas, ilusiones destruidas, pésimas relaciones interpersonales en los veteranos.

Trata de la vida de la familia Mayfield después de la desaparición de Cressida (19 años), hermana menor de Julie, bella exprometida del veterano deforme, quien, asustado, la rechaza. La última vez fue vista en compañía del héroe de guerra de 26 años, la evidencia lo señala de asesinarla, atacado, violado.

Zeno Mayfield, nombre tomado del filósofo griego presocrático, famoso por sus paradojas, padre poderoso, abogado prominente, presiente que su hija no ha muerto, pasan meses, no aparece. Empieza alcoholizarse gradualmente, se viene abajo, su hija difícil, le rompió el corazón. Zeno pierde su prominencia y orgullo.

La madre del acusado, contrata un abogado importante, Brett no recuerda qué sucedió, traumatizado por experiencias en el Medio Oriente, donde participó en violaciones múltiples, desfiguración de jóvenes iraquíes. Confundido, los sentimientos de culpa lo persiguen, confiesa un crimen que no cometió. Hasta la mitad de la obra, todo indica su culpabilidad.

La novela se centra en la crisis de la joven Cressida, su poder destructivo, cuyo destino era no ser amada, brillante, pintaba como Escher. Kincaid la atacó violentamente, encontraron rastros de sangre, cabellos, en su Jeep, recogida por una mujer a quien habían asesinado su hermana Sabbath, impactada por su parecido, la acoge, cambia su nombre, utilizando sus documentos, la lleva a Florida para protegerla.

Traumatizada, desaparece seis años. Su familia se desintegra, su padre nunca perdió la esperanza de que la encontraran con vida. Desde niña resentía ser fea, inteligente, su hermana, bonita. Envidiaba a su hermana, se enamoró del prometido de Julie.

En Florida trabaja para un abogado, antropólogo famoso, la lleva a visitar una cárcel de protección máxima, le afecta ver la sala de muerte donde llevan a los condenados a la silla eléctrica o inyección letal, se desmaya.

Su madre Arlette, desarrolla cáncer, decide perdonar, visitar al presunto asesino de su hija en la cárcel: sentenciado a encierro solitario, desnudo, empezó a trabajar con un sacerdote católico, la señora Mayfield lo trataba con afecto sin reproches. Arlette inicia una nueva vida, abandona a su esposo, se dedica a trabajar con mujeres maltratadas.

Cressida, figura silente, regresa a Cartago a su familia, su padre la encuentra en el portal de su casa enferma, deshidratada, sufre amnesia.

Acepta que su amor por Brett arruinó la vida de todos. Una vez recuperada, decide ir a la prisión a ver a su amado. Julie se casa, tiene dos hijas con un profesor prominente, vive distante de su hogar. No puede perdonar a su hermana exilada, que arruinó su vida, la de su prometido, que se ha convertido en un extraño. Encuentra una carta que él le dio antes de ir a la guerra, donde le escribe cuánto la amaba. Ethel Kincaid, madre del acusado, enloquece, se va a vivir con su hermana lejos.

Recomiendo esta magnífica obra literaria.

PSICÓLOGA

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