• 14/08/2015 02:00

El Caso Julio Miller

Creo y defiendo la presunción de inocencia; abogo, para que los jueces y fiscales comprendan que nuestro sistema carcelario ha colapsado

Creo y defiendo la presunción de inocencia; abogo, para que los jueces y fiscales comprendan que nuestro sistema carcelario ha colapsado, por lo tanto, dentro de sus funciones, pueden evitar las medidas de prisión y en su lugar, aplicar las menos severas.

El programa fallido del sistema de riego de Tonosí, es un ejemplo de la podredumbre a la que nos llevó la administración anterior. Un año antes de que terminara el Gobierno pasado resalté que el hombre del Ejecutivo sería recordado como el constructor de grandes obras a precios dudosos, el corruptor de un grupo de la clase política y de la sociedad y el destructor de la democracia.

En el panorama actual, siento que los fiscales están a la libre, a la buena de Dios, como caballos desbocados.

En algunos casos se justifica la detención, pero, en la mayoría, siento que se deben aplicar acciones menos severas. La libertad es lo más preciado que tiene el ser humano, atentar contra ella, sin entrar en las consideraciones del caso, hará que percibamos que existe una justicia mal aplicada y con claras intenciones extremistas.

Cierto es que por pequeñeces hay seres humanos alejados de su familia, sus amigos, su entorno laboral. Sobre Julio Miller, tengo tiempo de no conocer sus pasos; pero, a juzgar por lo que nos informan los medios, siento que hay excesos, salvo que existan elementos que no conozca.

El hombre acudió a la citación, entró sin apremio y gozando de su libertad, para salir esposado rumbo a un sitio donde la gente se pelea un pedazo de piso para dormir. Conozco la celda transitoria de la DIJ; allí he estado visitando a amigos que, por una u otra razón, se les ha aplicado una medida cautelar severa.

Desde ahora pronostico que los caminos peligrosos por los que transitan los fiscales tendrán finales desastrosos, no solo para la paz social de la ciudadanía en general, sino para la propia convivencia de quienes aplican la justicia, en forma particular.

Estoy alertando al Gobierno de mi gran amigo Juan Carlos Varela; las cosechas venideras, producto de lo que se está sembrando, serán de terror. Y, !ay de que en las elecciones de 2019 se den resultados no apropiados para los que hoy administran la nación!... No quisiera, para ese entonces, estar en los zapatos de ellos.

Que se castigue, que se investigue, pero que no se juegue con la libertad del individuo, de existir una medida menos severa como las que se están aplicando. He allí las ventajas del sistema penal acusatorio, donde se protege la libertad y se acaba con los abusos de muchos fiscales. Además, los procesos son rápidos.

PERIODISTA

==========

‘... los caminos peligrosos por los que transitan los fiscales tendrán finales desastrosos, ... para... la ciudadanía..., (y) para... quienes aplican la justicia...'

Lo Nuevo