Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
- 28/11/2012 01:00
Cerrar la fábrica
Hace tiempo escuché esta conversación en un elevador:
—Y qué? ¿Ya cerraron la fábrica? —preguntó un hombre a una mujer de unos 35 años.
—Sí, ya me operé. Con dos hijos, sufi —respondió la mujer sin inmutarse.
Hace un tiempo también, en las dizque ‘buenas noticias’ de televisión, apareció un grupo considerable de mujeres —muchas de ellas bastante jóvenes— que se había ‘operado’. No decían para qué ni de qué, pero a continuación entrevistaban a un señor que decía que tenía ocho hijos. Y, para variar, le ‘lanzaban’ la pregunta inducida: ‘¿Verdad que son muchos?’, y el señor respondía con un lacónico sí. Luego aparecía una funcionaria con cara de carnaval (por la pintura que llevaba), diciendo que les habían brindado ‘tooodas las facilidades para las operaciones’. Todos entendimos que se trataba de esterilizaciones.
Aclarando que no soy nada sospechoso de pertenecer al ‘opus d.’, ni ‘legionarios’, ni nada parecido, comparto varias reflexiones:
1ª Por la medida —masiva y gratuita— da la impresión que vivimos en una explosión demográfica inaguantable. Si tener cincuenta y tres habitantes por km2 es eso, qué dirán en Guatemala que es el doble o en El Salvador que es casi siete veces más.
2ª ¿Por qué siempre le tienen que tocar las medidas drásticas a los más pobres? ¿Por qué no se puede hacer un trabajo fino, respetuoso y prolongado de formación —como lo amerita el tema— sobre salud sexual y reproductiva, sin controles ideológicos ni religiosos, tratando de formar adultos?
3ª ¿Por qué siempre tomamos los caminos más cortos y fáciles para resolver problemas sociales? Es más fácil y rápido esterilizar cincuenta mujeres que mejorar sensiblemente la educación formal, la atención primaria en salud, los caminos que faciliten la producción, y un largo etc. Es más fácil, por ejemplo, hacer represas en los ríos de la Comarca Ngäbe-Buglé —y de paso arrasar con la ecología— que poner energía eléctrica a las comunidades de esa misma Comarca, que no la tienen, en un 95%.
4ª Por último, la pregunta del millón: ¿Por qué esterilizan mujeres y no hombres? Porque la realidad demuestra que con o sin histerectomías, la población sigue aumentando y nadie puede asegurar que los esposos de las esterilizadas no van a tener más hijos con ‘otras señoras’. El porcentaje de madres solteras es escandaloso, luego ‘la fiebre no está en las sábanas’. ¿Acaso sólo las mujeres son las ‘culpables’ de que haya muchos niños?
¿Qué hacer?, diría el inefable Vladimir. Pues lo dicho: que iglesias, gobiernos y toda clase de oenegés y asociaciones nos dediquemos a educar, formar, mejorar la situación social y económica y que luego, decida cada quien qué operación se hace.
*SACERDOTE.