• 06/04/2017 02:00

La pequeña empresa en Colón

Para el caso de Panamá tenemos la Ley 72 de 2009, que modifica la Ley 8 y Ley 33 del año 2000.

Hay quienes sostienen que es asunto tan solo de conceptos. Que no hay ‘pequeña', ‘mediana' o ‘empresa grande'. Hay, sencillamente, empresas. Que la finalidad y el marco de operación, para generar ganancias, a partir de una determinada actividad económica, funciona con igualdad de referencias por lo que, al final, lo que es muy particular, entre una y otra, son rasgos de naturaleza cuantitativa: en el número de mano de obra y el capital invertido.

Pensamos igual a tales argumentos, aunque sí considerando que hay características sui géneris , que permiten distinciones, incluido el régimen legal. En efecto, la pequeña empresa es, por definición, unidades cuyo rango es el de tener ciertos límites ocupacionales (de ahí el concepto de ‘pequeña'), así como la estrechez en el rublo de la inversión. Son empresas, además, que están debidamente reguladas por las legislaciones y, a través de la Ley, se fijan incentivos para sus operaciones. Para el caso de Panamá tenemos la Ley 72 de 2009, que modifica la Ley 8 y Ley 33 del año 2000.

A la pequeña empresa, entre las ventajas que les son propias, se le atribuye un mayor porcentaje de generación de empleos, además de atender necesidades especiales de los consumidores. Quizá por esto la legislación, como hace la Ley 8, crea la base institucional (se regula la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, como una autoridad autónoma del Estado), como el régimen de incentivos (hay un fondo anual de 10 millones) para fomentar, dinamizar y fortalecer este sector pequeño de la actividad empresarial.

Desde nuestro punto de vista, la política para reactivar a Colón no debe solo centrarse en el Puerto Libre. Hay que generar otras facilidades, o que se apliquen las existentes sin mayores dificultades burocráticas, a efecto de que la pequeña empresa se constituya en una alternativa oportuna y eficaz. Y, ¿por qué este planteamiento? En Colón, de los últimos años, se ha incrementado de manera significativa el empleo. La ampliación del Canal, los trabajos a cargo de Odebrecht, además de un activo sector de la construcción con el proyecto del nuevo Colón y del sector portuario han sido fuente de incorporado de mano de obra. Este periodo favorable comienza a presentar signos de agotamiento, que ya se hacen sentir con la crisis que sufre la Zona Libre. Pero, es solo el inicio.

Siendo una realidad desfavorable que apenas empieza, esto debe invitarnos a pensar en las alternativas futuras que puedan paliar las dificultades del momento. Porque el Puerto Libre, visto como ‘la gran alternativa', no es el que, por sí solo, va a generar los espacios para sostener el potencial del recurso humano disponible y que no, al estar cesante, se constituye en un problema serio de carácter social. Precisamente, pensar en soluciones a corto plazo debe invitarnos a reflexionar sobre la cobertura que nos podría ofrecer, entre otras salidas, la ‘pequeña empresa'. Un pequeña empresa que sea respuesta a las necesidades de la región.

DOCENTE UNIVERSITARIA.

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