• 19/07/2016 02:03

Sentido común

La gran mayoría de los problemas se resuelve con sentido común

La gran mayoría de los problemas se resuelve con sentido común. No hay que ser científico ni especialista en el tema ni muy estudiado, hay que saber escuchar y tener sentido común. Y, con el sentido común que tengo, mucho o poco, yo considero que le puedo dar una serie de consejos a funcionarios que hoy se ahogan en los problemas de sus instituciones.

Educación. El potro más difícil de domar del Gabinete, parte por la falta del sentido común de sus ministros a lo largo de los años, en parte por los logros, muchos contraproducentes, obtenidos en negociaciones por los docentes. Pero, para mí, increíble que no puedan resolver lo más básico. Ejemplo, que comience el año escolar sin haber nombrado maestros y directores en distintas áreas del país. Eso, para mí, es inaceptable. Desde antes que finalice el año escolar ya podrían estar nombrando docentes y directores para el próximo año escolar, de forma que al inicio estén completos en todo el país. Esa responsabilidad la debe tener el encargado de recursos humanos o quien en el organigrama maneje los nombramientos, a través de concursos o el sistema que se tenga.

De igual forma es inaceptable que pasen meses con docentes trabajando y sin cobrar. Para mí el responsable debe ser destituido y que nombren personas capaces de manejar el tema, sencillo por cierto. A esto sumemos el mal estado de las escuelas, debe haber un viceministro de estructuras que se asegure de que al iniciar el año escolar las escuelas estén en condiciones de recibir al estudiantado. El mantenimiento y supervisión del estado de las mismas debe recaer en una comisión de padres de familia y docentes, eso sí, con toda instalación con seguridad las 24 horas, cerca perimetral y, en las que se pueda, cámaras de vigilancia. Lo que es inaceptable es seguir año tras año con falta de nombramientos, nombrados que no cobran, escuelas en franco deterioro, y nadie resolviendo.

Basura. Pretender manejar la basura del distrito capital y San Miguelito en un solo vertedero, hoy cerro patacón, es iluso. No puedes pretender llevar a diario basura de Las Garzas a cerro Patacón, así como del otro extremo en Panamá Norte. El sentido común te dice que debes tener tres, cuidado más, vertederos. Uno que atienda Panamá Centro y San Miguelito (Patacón), otro en Panamá Este y otro en Panamá Norte. Camiones recolectores con colores distintos, identificando el vertedero que atienden, recogerían la basura en sus áreas. Además, en cada vertedero debe haber un área para chatarra, artefactos desechados como neveras, lavadoras, estufas, electrodomésticos. Compradores de piezas y chatarreros podrían llegar a comprar lo que vean de uso para ellos. De hecho, la Autoridad de Aseo debe dar, a un costo, el servicio de recoger esos artefactos descartados y evitar que independientes cobren para ir a tirarlos a un río.

Medicinas. Increíble que hoy, con computadoras que han reemplazados al kardex, se desabastezcan los hospitales. Un programa de inventario te controla los inventarios, te avisa al llegar a los puntos de recompra, tomando en cuenta el tiempo de entrega, para nunca quedar desabastecido. El manejo de inventarios lo ha simplificado la tecnología, y no entiendo por qué nuestros sistemas de seguro social y salud siguen con las faltas y escasez permanente. Pareciera que la recompra está sujeta a las manifestaciones de los usuarios quejándose de las faltas.

Reparación de calles. Yo dividiría la ciudad en cuadrantes y licito el contrato de mantener las calles sin huecos por cuadrantes, a diferentes empresas. Cada una de ellas deberá tener un teléfono especial al que los usuarios llamen a reportar situaciones reparables. El MOP tendrá un menú de precios por reparaciones, desde cambio de carpeta a hueco sencillo y antes de efectuar la reparación un inspector del MOP aceptará la propuesta de solución.

Costo de la canasta básica. Mi sentido común me dice que no hay forma de bajarla. Lo único que puede hacer el Gobierno, como se hace en otros países, es subsidiar al productor, le aumentaría los subsidios y habría que decidir qué productos subsidiar, quizá arroz, cebolla, maíz, carne y huevos. Aún con subsidios, hay que controlar al intermediario limitando su ganancia. Panamá no tiene gran inflación, pero los productos alimenticios sí están fuera de rango en sus aumentos.

Sí, Panamá puede ir resolviendo todos sus problemas, con sentido común. Omar decía que su revolución era la revolución del talento , nombró mucha gente que no conocía pero con excelentes referencias. Eso debe ser un ejemplo a seguir de nuestros Gobiernos.

ANALISTA POLÍTICO.

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