• 18/07/2021 00:00

Cuba, ayer y hoy

“Algunos ciudadanos han podido conocer el Cuba de ayer y el de hoy. Quienes se refieran al hecho, deben hacerlo con total objetividad”

Algunos ciudadanos han podido conocer el Cuba de ayer y el de hoy. Quienes se refieran al hecho, deben hacerlo con total objetividad.

Por más de tres decenas de años La Habana era la envidia, por su gran progreso, de muchas importantes ciudades del continente.

En los años previos al castrismo, existían en la Isla importantes hechos, como el pluralismo político y la plena libertad de prensa. Se construyeron: la Universidad, el majestuoso Capitolio, el malecón de 17 kilómetros, grandes hoteles de cinco estrellas, entre ellos, por supuesto, El Nacional, la gran Quinta Avenida, algo novedoso y visión de futuro, varias televisoras, estaciones de radio y centrales azucareras que exportaban en gran cantidad sus productos, además centros comerciales, hipódromos y campos de golf, también la lagunilla, donde había lujosas viviendas, entre algunas otras.

La corrupción inmensa era muy común en esos regímenes. Era tan escandalosa, que llamó la atención mundial, de manera especial de la prensa internacional.

Buscando un líder que pudiera acabar con la corrupción, apareció Fidel Castro. Después del ataque al cuartel de Moncada, quien fue arrestado y escribió su manifiesto que circuló mucho: “La historia me absolverá”. El heroico viaje desde México, en un pequeño bote, en que le acompañaron unos pocos compañeros de sus guerrilleros. Desde las montañas y en las sierras de la Isla, se constituyó en el enemigo más grande que tenía el presidente Batista. Fidel Castro logró muchas simpatías y respaldo en sus luchas. Se fue tan rápidamente convirtiendo en un héroe, que la prensa, muy especialmente, la norteamericana, resaltaba su personalidad y sus luchas.

Fidel Castro, sus luchas contra Batista, se iniciaron en 1953, hasta el 31 de diciembre de 1959, obligó al dictador Batista a huir al exterior. Castro, estaba muy cerca de La Habana, después de haber logrado destruir importantes cuarteles que eran leales a Batista.

Al llegar, en su entrada triunfal a la ciudad capital, llevaba colgado un rosario y no dio ninguna muestra de ser comunista. La prensa nacional e internacional lo sentían como un líder y gran reformista, con sus pasos dirigidos a eliminar la corrupción que había en la Isla.

Poco a poco fue adquiriendo más poder y fue cuando entonces declaró: “que él había sido siempre comunista, marxista y creía mucho en la doctrina de Lenin”.

Ya siendo dictador, uno de sus primeros pasos fue la eliminación de los partidos políticos, todas las libertades públicas y nacionalizó las empresas privadas.

Muchos se opusieron a sus acciones y fueron emigrando de la Isla; otros, menos afortunados, fueron fusilados por miles en el paredón.

No se sabe si era millonario y acaparó una fortuna, como se ha comentado mucho. De su vida privada se sabe muy poco. Solo se tienen informaciones de que tenía varias mujeres y tres o cuatro hijos.

Al eliminar de un plumazo a todas las empresas privadas, los ingresos lógicamente disminuyeron dramáticamente. Esto lo llevó a un entendimiento con Rusia, que le dio mucho dinero y armas. También logró de España algunas inversiones en la Isla.

Otro objetivo fue darle recursos al Colegio de Medicina, para apresurar la educación de médicos; a estos los enviaba a distintos países con salarios bajos, pero exigía al ir a prestar sus trabajos, con arreglos de Gobierno a Gobierno y obtenía con ello importantes divisas para el Estado.

Muerto Fidel, quien fue jefe del único partido que existía (el comunista), este cargo lo ocupó su hermano menor, Raúl Castro. Años después este renunció y asumió la presidencia Miguel Díaz-Canel. Cada día es mayor la oposición contra él y sus políticas comunistas y la falta total de libertad en toda la Isla, los jóvenes van al frente.

Varios panameños que conocieron del ayer y del hoy de Cuba comentan que los historiadores del mañana deberán tomar muy en cuenta hechos como la invasión de Bahía de Cochinos, las visitas de los papas, los misiles atómicos y otros más.

Sobrevivieron a las épocas y los años, la “Bodeguita del Medio” y “La Floridita”, sitio favorito de Hemingway. Esto nos deja como un gran recuerdo.

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