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- 16/04/2022 00:00
Cultura
“Panamá, puente del mundo, corazón del universo”. ¿Podemos aseverar este dicho, o simplemente se ha convertido en un mito?
Es preocupante que, en este país que ya camina hacia los cinco millones de habitantes, donde se goza de tantas bondades naturales, un clima privilegiado, que en múltiples ocasiones nos catalogan como destino turístico y comercial, no tengamos cultura.
Si cultura significa aquella fuerza de conocimientos y experiencias, y los panameños vivimos arraigados en nuestras tradiciones, y es fuente de educación y actitudes positivas, ¿cuál es la razón de no desarrollarla ampliamente?
Tal vez no hemos puesto atención a su significado. No hemos abierto nuestros oídos a los ancestros que nos pasan sus experiencias de generación en generación.
Los valores, cultura y sana alegría se han perdido.
La cultura no solo es viajar y experimentar diversos mundos y costumbres; o estudiar arte, drama, música, literatura o idiomas; es tomar una actitud positiva dentro de nosotros mismos. Y formar nuestra propia cultura.
También significa recibir a nuestros visitantes con hidalguía, educación y tratar de hacerlos sentir en su casa. No con indiferencia, como muchas veces se ve en los distintos lugares que visitan. Al igual que los panameños cuando vamos a tiendas u otros lugares, y deseamos salir corriendo, porque la atención deja mucho que desear. ¿Y así queremos figurar en el mapa como país de destino?
Ofrecerles lugares limpios y dignos. Llenos de plantas, animalitos domésticos y flores. Todo esto abunda en Panamá. Solo hay que cultivarlo.
¿O es que solo los que tienen grandes presupuestos para ir a lugares lujosos se merecen ese trato distintivo?
Cultura es disfrutar de una buena música, no semejante escándalo de regaee o tambores que te rompen el oído.
Dejemos que nuestros abuelitos sean parte de ese mundo cultural. Vivamos sus experiencias, ganadas por propio esfuerzo. Deberían ser el centro de atención, reverencia y referencia.
Los adultos mayores representan la cultura de un pueblo, la alegría de vivir y la fuente de un futuro brillante por sus conocimientos. ¿Cuántos jóvenes panameños hablan dos idiomas fluidos? ¿Se esmera el Meduca en enfocarlo?
Analicemos ahora otra parte de la cultura, sus museos, escuelas, centros comunitarios, edificios y lugares históricos, nuestra gastronomía autóctona, escritores, pintores e historiadores panameños, conductores turísticos y tantos otros que, indirectamente, influyen en este tema.
Tal vez como modelos, podemos mencionar al Museo del Canal, tanto en plaza Catedral como en el edificio del Canal, Biomuseo, Panamá Viejo, sus varias galerías de arte, Afroantillano, de la mola, centro de interpretación de la Ciudad del Saber, de la Esmeralda, la Libertad, Ciencias Naturales, de la Nacionalidad, Explora, Centro Cultural Internacional, y lugares tan pintorescos e históricos como Mi Pueblito, Centro Cultural de Monagrillo, Natá de los Caballeros, Fuerte San Lorenzo, Las Bóvedas, Las Minas, en Herrera, Coiba, Soná, parque Summit, volcán Barú, El Chorro en La Chorrera, El Valle de Antón con su zoológico, cerro la India Dormida, palacio presidencial con sus espectaculares recorridos y pinturas, iglesias católicas en Casco Viejo, como San José, con su invaluable altar de oro, y tantos otros lugares dignos de admirar y visitar.
Galerías y museos con pinturas de grandes figuras como Alfredo y Olga Sinclair, Trixie Briceño, Sheila Lichacz, Mario Calvit y Guillermo Jaramillo, entre otros muchos que se han distinguido con sus obras.
¿Habrá alguna razón del Ministerio de Cultura para no hacer una campaña de Estado, al igual que hace la ATP? Pues, el turismo va de la mano con la cultura. Y si promocionamos todo lo anteriormente citado, tanto dentro de nuestras escuelas y habitantes, a nivel nacional, como internacionalmente, estoy segura de que tendrían una avalancha de visitantes. Pues, afuera existen muchos visitantes ávidos de visitar lugares históricos y culturales. No meramente un país. Desean ver algo más.
Pero, la cultura entra por casa. Primero, hay que limpiar la nuestra, para ofrecerla a los demás. Un gran reto para padres de familia y educadores. Hay que hacer programas de Estado para proteger nuestra cultura, no dejemos que nos la arrebaten.
¿Por qué no abrir la Ciudad del Artesano? Una idea genial, que atraería muchos visitantes, y crearía empleo directo.
Hacer alianzas inter-institucionales entre juntas comunales, alcaldías, diputados, ministros, Presidencia, empresa privada y todo el que pueda entrar. Nuestro país lo vale y lo necesita. Sin cultura no hay progreso.
Sí, es parte de la economía, y si no avanzamos en cultura, no avanzamos en nada. Es botar el futuro de nuestros hijos.
Promocionan grandes centros con precios que solo extranjeros de grandes presupuestos pueden pagar; y si analizamos, ya los precios son una locura, no realístico con lo que es Panamá. ¿Hay alguna razón válida para no promocionar lugares que verdaderamente ofrecen cultura, como los museos y lugares históricos? ¿A precios justos?
Tantas escuelas y lugares bellísimos en el interior que ni siquiera los determinan. Las escuelas con grandes necesidades, sin techos ni baños o agua. ¿Eso es cultura?
Si ofrecemos lugares limpios, dignos, con precios accesibles, tendríamos una oferta de oro. Visitantes solo en esa dirección. Pero debemos acondicionar los lugares. Así como Ampyme ofrece asesoría y apoyo, así también estos lugares lo necesitan a gritos.