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- 22/08/2021 00:00
Un debate para nunca acabar
Hace dos semanas, escribí sobre el uso del aceite de palma en la industria láctea y recibí mensajes de todo tipo. El aceite de palma ha estado en la mente de muchas personas desde hace tiempo. Recientemente se publicó un libro, “Planet Palm: How Palm Oil Ended Up in Everything - and Endangered the World”, de Jocelyn Zuckerman. El aceite de palma plantea tantos problemas, que es difícil saber por dónde empezar: grado insalubre de saturación de grasas, deforestación, pérdida de biodiversidad, trabajo infantil, explotación laboral, adulteración y comportamiento delictivo, haciendo cómplices a todos los que consumen productos elaborados con este aceite.
Los reporteros de Associated Press News han investigado y su informe más reciente sobre el trabajo infantil es parte de una mirada en profundidad a una industria señalada por el trabajo forzoso y la esclavitud (https://apnews.com/article/virus-outbreak-only-on-ap-indonesia-financial-markets-malaysia-7b634596270cc6aa7578a062a30423bb). Los reporteros recorrieron Malasia e Indonesia, hablando con más de 130 trabajadores actuales y anteriores en casi 25 empresas. La AP encontró niños trabajando en plantaciones y corroboró relatos de abuso, siempre que fue posible, revisando informes policiales y documentos legales. Los reporteros también entrevistaron a más de 100 activistas, maestros, líderes sindicales, funcionarios gubernamentales, investigadores, abogados y miembros del clero, incluidos algunos que ayudaron a víctimas de trata o agresión sexual.
La AP también reportó que los abusos laborales en la industria del aceite de palma están vinculados a las principales marcas y bancos del mundo. Una investigación descubrió una fuerza laboral invisible formada por millones de trabajadores de algunos de los rincones más pobres de Asia, muchos de ellos padeciendo diversas formas de explotación, con los abusos más graves, incluido el trabajo infantil, esclavitud y denuncias de violación. Juntos, los dos países producen alrededor del 85 % del suministro mundial de aceite de palma, estimado en $65 mil millones. La AP utilizó los datos publicados más recientemente de los productores, comerciantes y compradores de uno de los aceites vegetales más consumidos en el mundo, así como los registros de aduanas de los Estados Unidos para vincular el aceite de palma y sus derivados con las cadenas de suministro de las principales empresas occidentales, como los fabricantes de galletas Oreo, limpiadores Lysol y golosinas de chocolate Hershey.
Cargill, que participa en esta industria, ha respondido al informe de AP (https://www.cargill.com/story/cargills-response-to-the-associated-press-article-on-palm-oil), y niega categóricamente los cargos. “Cargill no tolera el uso de la trata de personas, el trabajo forzoso o el trabajo infantil en nuestras operaciones o cadenas de suministro. Esperamos que todos los empleados de Cargill y nuestros proveedores se adhieran a nuestro compromiso formal con los derechos humanos, que mejoramos en 2019 para detallar los principios que incorporamos en nuestras políticas y sistemas para proteger los derechos humanos en todo el mundo. Este compromiso se aplica a nuestro lugar de trabajo, las comunidades en las que operamos y las cadenas de suministro. Nuestros esfuerzos sobre el terreno en nuestra cadena de suministro de palma en Malasia, Indonesia, Guatemala y a nivel mundial se centran en la salud y la seguridad, la contratación responsable y la contratación y pago transparentes prácticas para proteger y empoderar a nuestros trabajadores, especialmente a las mujeres que dependen de su trabajo en el aceite de palma para ganarse la vida y mantener a sus familias”.
En cuanto a la deforestación, la industria aboga por la responsabilidad compartida. Según Carguill, existe una desconexión entre la reputación y la realidad del aceite de palma y que además los medios populares pintan al aceite de palma como el principal impulsor de la deforestación (https://www.foodnavigator.com/News/Promotional-Features/Palm-oil-Why-shared-responsibility-is-needed-to-cement-sustainability-improvements?source=3&utm_source=newsletter_daily&utm_medium=email&utm_campaign=12-Jan-2021).
Todo esto sugiere que se avecinan tiempos turbulentos. El aceite de palma de Malasia enfrenta un futuro incierto con precios, producción y desafíos políticos La industria del aceite de palma en Malasia necesita prepararse para un futuro inseguro con volatilidad de precios esperada, disminución de la producción y cambios de hábitos en los países occidentales (https://www.foodnavigator-asia.com/Article/2021/01/19/Turbulent-times-ahead-Malaysia-palm-oil-faces-uncertain-2021-with-price-production-and-policy-challenges?utm_source=newsletter_daily&utm_medium=email&utm_campaign=20-Jan-2021). Una de las grandes ironías de todo esto es que el aceite de palma, que está altamente saturado (y, por lo tanto, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas), ha sido promovido y utilizado por la industria de alimentos procesados como reemplazo de las grasas trans, ahora en su mayoría desaparecidas del mercado, ya que es necesario que figure en las etiquetas de información nutricional.
Con lo cual queda la pregunta, ¿se puede producir aceite de palma de forma justa y sostenible? La respuesta depende de a quién le pregunte. El diario The Independent tiene una descripción general rápida de las controversias (https://www.independent.co.uk/life-style/palm-oil-health-impact-environment-animals-deforestation-heart-a8505521.html). Por ahora, esto pica, se extiende y enferma a mucha gente.