Una desestabilización del país sería terrible

A lo largo de su historia, el pueblo panameño ha podido superar toda clase de conflictos y retos, mientras ha permanecido unido y conviviendo pacíficamente.

A contrario sensu, cada vez que hemos transitado por caminos de violencia, los resultados han sido desastrosos.

Hoy, panameños de valía, ven con honda preocupación la aparición de oscuros nubarrones que podrían golpearnos a corto plazo.

El proceso electoral, que va desarrollándose en medio de un ambiente de respeto y de sana alegría, como debe ser una consulta auténtica de la voluntad ciudadana; pudiera convertirse en el escenario indeseable de enfrentamientos.

La amenaza está clara. ¿Quiénes la lanzan, y por qué, también están clarísimos a los ojos de miles de compatriotas.

Repasemos los hechos. En una extraña convocatoria, los seguidores del expresidente Ricardo Martinelli, están llamando a próximas marchas y protestas, y a movilizaciones simultaneas en todo el país que sin duda van a alterar la pacífica convivencia que en estos días necesitamos más que nunca.

Lo que más llama la atención es que todos esos actos, algunos con grupos no mayores de 100 personas dizque en Defensa de la Democracia, ocurrirán precisamente en fechas cercanas a los días en los que el propio Ricardo Martinelli está llamado a Juicio para que rinda cuentas sobre sus actuaciones en escándalos como los de Odebrecht y New Business.

¿Por qué, en vez de presentarse con su equipo de abogados a sustentar sus argumentos, opta por atizar protestas en las vías públicas de todo el país?

¿Por qué en vez de aprovechar cada citación a Juicio, y defenderse como lo permiten los Códigos y la Ley, prefiere amenazar a través de sus más conspicuos voceros quienes se atreven a advertir que “Si no hay paz para Martinelli, NO habrá paz para nadie”, por qué?

Sus Asesores, y el propio exmandatario, se equivocan de esquina a esquina. El pueblo panameño maduró, y sabrá defender la tranquilidad general que hoy disfruta.

Después de dos años de Pandemia, en la que sufrimos meses de desasosiego, no es verdad que ahora se va a tolerar que por intereses mezquinos, y personales, el caos se adueñe de Panamá.

Ese plan nefasto nos afectará a todos y a todas, y el panameño lo sabe. Por eso hay que denunciarlos, reiterando que si caemos en esos cantos de sirena, la reactivación de la economía se verá directamente afectada, lo mismo que la creación de nuevos empleos y la economía en general.

Por la Patria, por nuestros hijos, por nosotros mismos, a los planes para desestabilizar al país, hay que decirles: No. Mil veces, no!