El índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) se situó en 70 puntos en junio pasado, con una caída de 22 unidades respecto a enero de este año,...
- 05/04/2022 00:00
De desigualdades socioeconómicas y 'polititontos'
En la semana recién culminada, los noticieros destacaban acontecimientos concentrados en el plano político internacional y local. En lo primero, sucesos como el del gran negociado del hijo del presidente de EUA referentes a los biolaboratorios con fines de guerra, localizados en Ucrania; escenario que ya lo habíamos mencionado en parte, en artículo que publicamos en este medio (Pinnock, 10/marzo/2022).
En el ámbito local, de medular importancia ha sido y es, el tema de la demanda por ajuste salarial de parte del Suntracs. También, los sucesos destacados giraron en torno al papel del Ejecutivo -sanciones y vetos de leyes, “acuerdos” con la transnacional Minera Panamá, etc.-, así como las elecciones internas del otrora partido torrijista, hoy convertido en otro más que aceita las políticas neoliberales y la aprobación por los diputados de la ley que otorga la posibilidad de licencias con sueldos a 39 alcaldes y 172 Representantes de corregimientos.
Veamos esto último. ¿Se fomentan desigualdades económicas por medio de esta acción legislativa? Sin duda que sí. Aunque suele sumarse lo que justifica sus emolumentos con los que no los justifica -licencias pagadas por trabajo no realizado-, podríamos calcular esta parte ulterior considerando promedios. La erogación que favorece a los 39 alcaldes asciende a 1.4 millones de dólares anuales; mientras que para los 172 representantes de corregimientos el monto se elevaría a unos 4.13 millones de dólares anuales.
Al respecto, ha aparecido una legión de detractores de la medida y de los diputados y autoridades involucradas. Hasta aquí me parece razonable, si no es por el hecho de que estas personas que critican magnifican dicha acción, al punto de concentrar la raíz de las desigualdades y las carencias del pueblo panameño en las iniciativas de este nivel de autoridades. Se deduciría de esto que la solución de las desigualdades se resuelve con medidas como la no reelección de estos personajes o de sus partidos políticos. A fin de cuentas, terminan siendo una especie que denominamos “Polititontos”, por cuanto ingenuamente desvían -o los grupos de poder económico los manipulan para hacerlo- la mirada de medidas generadoras de inequidades de verdadero peso en la que se benefician dichos grupos poderosos, hacia estas de menor volumen monetario y político en las que se favorece gente que no es de las élites, que actúa con base al “¿Qué hay pa' mí?”.
A contrapelo, se cuentan con los dedos de las manos quienes hemos reiterado, por ejemplo, que la evasión fiscal de parte de más de un centenar de empresas privadas del país deja desprovisto al Estado de recursos por varios miles de millones de dólares anualmente, que de obligarse a cumplir con la ley simplemente se hace innecesario el endeudamiento público al que nos están sometiendo todos los Gobiernos posteriores a la invasión norteamericana de 1989. Los “polititontos” no dirigen sus cañones para denunciar esta realidad, su ingenuidad o su situación de confort les impide hacerlo.
Los “polititontos”, son los mismos que se prestan también para hacerse de la vista gorda o peor, hasta oponerse a demandas de trabajadores como la del Suntracs, por un puñado de centavos. No he escuchado a ninguno de esta especie de activistas hacer esta clase de denuncias, mucho menos, cuando pertenecen a los partidos políticos existentes, lo que sugiere su nivel de compromiso con los dueños de colectivos electoreros.
Es decir, los “polititontos” perciben como exageradas las acciones por el mejoramiento de salario que ha sabido defender un gremio laboral, pero ni siquiera se interrogan si esto tiene correspondencia o no con los 76 mil millones de dólares que han tenido como ganancia los dueños de constructoras y los banqueros promotores durante los últimos 15 años. En el período del año 2007 al 2021, los dueños del capital involucrado en la actividad de la construcción han obtenido aproximadamente 5.07 mil millones de dólares por año.
Cabe reconocer que el grueso de estas sumas no ha sido obtenido por las pequeñas empresas contratistas o subcontratistas nacionales, sino por las grandes constructoras extranjeras y más aún, por los banqueros de carteras hipotecarias.
Los “polititontos”, por tanto, se contentan con leyes simbólicas, mas no en las medidas que otorgan el poder real; ignoran que esto lo explica la estructura de poder económico y sus clases sociales, no las componendas de la Asamblea Nacional, menos en las promesas de mejores días de sus dirigentes partidistas.