• 20/04/2024 00:00

Diseño urbano para Panamá Oeste

El desastre urbano ocasionado por el crecimiento desmedido de las empresas urbanizadoras, que no consideran la capacidad de infraestructura, y por los municipios que carecen de programas de urbanismo táctico o planes de ordenamiento, o que, aunque los tengan, no los implementan, es preocupante. En primer lugar, es necesario considerar a la provincia de Panamá Oeste como una ciudad que requiere atención y acción. Los criterios a tener en cuenta deben priorizar el bienestar de la población y la calidad de vida. Criterios a tomar en cuenta:

Aumento de la población: Es crucial tener en cuenta que el crecimiento desmedido de las urbanizaciones genera desafíos como la contaminación atmosférica, la habitabilidad y los efectos del cambio climático.

Crecimiento urbano limitado: De acuerdo con los usos de suelo y las características medioambientales, de eficiencia y productividad, se sugiere un límite de crecimiento urbano, con una densidad de al menos 10 mil habitantes por kilómetro cuadrado. Esto permitirá crear ciudades o espacios habitables que fomenten la movilidad peatonal, con aceras adecuadas y acceso al transporte público, así como áreas verdes para mitigar el impacto ambiental.

Desarrollo orientado al transporte: Ante la llegada del monorriel, es necesario establecer espacios intermedios para el acceso al mismo y para estacionamiento, lo que podría contar con el apoyo económico de los municipios de Arraiján y Chorrera mediante el desarrollo de estacionamientos verticales.

Uso de suelo mixto: Se debe fomentar espacios urbanos que combinen actividades comerciales con residenciales, promoviendo la movilidad peatonal y reduciendo la dependencia del automóvil. Es importante que los municipios consideren la estética urbana y eviten aprobar edificaciones poco atractivas, fomentando la integración de servicios como bancos, colegios y lugares de entretenimiento en áreas residenciales.

Bloques pequeños: Se sugiere que al menos el 70% de los bloques urbanos sean iguales o menores a dos hectáreas, lo que facilitará la organización del transporte y la movilidad en la zona.

Espacios públicos verdes: Es fundamental incluir espacios verdes en áreas residenciales para reducir el estrés y la violencia doméstica. Se recomienda la creación de parques, plazas públicas y plazoletas, con un acceso máximo de 500 metros desde las viviendas. Además, las áreas residenciales deben tener al menos un 40% de vegetación.

Tránsito no motorizado y diseño universal: Es importante promover la movilidad sostenible mediante el fomento de caminatas y el uso de bicicletas, lo que contribuirá a la salud de los habitantes y a la reducción de la contaminación acústica y atmosférica. Y que exista las aceras, rampas, señalizaciones para que todos los residentes puedan acceder a la movilidad pública.

Ciudad de 15 minutos no de 3 horas: Debe tomarse en cuenta que las barriadas que conforman las ciudades de Chorrera y Arraiján permitan acceder a servicios públicos a pie o en otro medio no motorizado, y no como es ahora que es la ciudad de unas 3 horas para salir una hora y dos horas para llegar a Panamá o viceversa.

Operaciones urbanas a través de la AI: Utilizar la inteligencia artificial, el big data, la infraestructura impulsada por la tecnología para apoyar automatización de las operaciones, determinar zonas picos para dar rutas alternas, creación de eficiencias, resolución de problemas.

Promover a través de las juntas comunales la participación ciudadana: La falta de conciencia y participación ciudadana puede obstaculizar la implementación de medidas sostenibles. Es fundamental educar a los habitantes de las ciudades para lograr un cambio real. Acciones como no regar la basura sino reciclar, evitar la contaminación acústica y ruido molesto. Hacer cumplir la “ley que establece medidas para el control de ruido y dicta otras disposiciones” conocida como iniciativa 751; Resoluciones No. 505 de 6 de octubre de 1999 (ministerio de Comercio e Industria) sobre Reglamento Técnico de Higiene y Seguridad Industrial e ambientes de trabajo donde generen vibraciones y ruido, Decreto Ejecutivo N°306 de 4 de septiembre de 2002 adopta un reglamento para el control de ruidos en espacios públicos, áreas residenciales o de habitación, así como en ambientes laborales; Decreto Ejecutivo N° 1 de 15 de enero de 2004 del ministerio de Salud, determina los niveles de ruido para las áreas residenciales e industriales; acuerdos municipales aprobados por el Consejo Municipal del Distrito de Panamá, Acuerdo N° 141 de 23 de septiembre de 2014, regula aquellas actividades que generan ruido emitido por equipos de sonido y audio en el Distrito. Otro de los problemas son los animales domésticos en soltura, regulado por la Ley N° 133 que modifica la Ley 70 de 2012, de protección a los animales domésticos, el código penal y dicta otras disposiciones.

La participación ciudadana no solo fortalece la democracia, sino que también puede conducir a mejores políticas y resultados más inclusivos y equitativos.

El autor es arquitecto, urbanista y profesor
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