• 09/10/2023 00:00

¿Cómo distribuir equitativamente las riquezas?

La tributación es el camino más progresivo, justo y necesario para revertir el rumbo de una desigualdad cada vez más inminente

Como sabemos, la desigualdad económica es la diferencia que existe en la mala distribución de las riquezas, dentro de un grupo, sociedad, país o entre países. Se produce cuando los recursos económicos, en lugar de distribuirse de forma equitativa, se concentran en pocas manos.

La inequitativa distribución de las riquezas conlleva un círculo vicioso que ahonda las desigualdades en la educación, la salud, la vivienda, la tierra, el trabajo, el conocimiento, la cultura, el deporte, el transporte, la tecnología, las instituciones, el financiamiento, el acceso a servicios de agua, electricidad, gas u otras energías y las comunicaciones.

En el periodo de dos años que duró la pandemia, el 1% más rico de la población vio aumentar el valor de sus activos en 26 billones de dólares, acaparando el 63% del incremento total de la riqueza neta mundial, casi el doble de la parte (37%) que fue a parar al 99% restante de la población más pobre.

El índice de riqueza de los multimillonarios parece no tener límites, mientras que la población menos afortunada lucha por sobrevivir día a día.

Más de 820 millones de personas padecen hambre.

Las fortunas de los más ricos aumentan 2.700 millones de dólares al día, mientras que 1.700 millones de trabajadores viven donde la inflación supera el aumento medio de los salarios.

Hoy, tres corporaciones -The Vanguard Group Inc., Blackrock Inc. y State Street- son dueñas de la gran mayoría de las empresas del mundo, estas megacorporaciones dominan el mercado global y han llevado al extremo la mala distribución de las riquezas en el mundo.

El Neoliberalismo acaba con los recursos, frente al crecimiento económico exponencial.

Al fin entendimos que el Producto Interno Bruto (PIB) nunca fue una medida del desarrollo económico, mide la productividad, mide la economía 'extractiva' y sabemos que ha provocado la pandemia que acabamos de sufrir recientemente y está creando los impactos climáticos que existen hoy día.

Para Panamá, la fuerza del neoliberalismo, de la globalización y el cambio tecnológico aumentaron la brecha del ingreso y la riqueza.

Las decisiones políticas de los gobiernos postinvasión, han elevado la concentración con privatizaciones, exenciones impositivas, flexibilidad y falta de protección al trabajo, a la juventud y jubilados.

Nuestro mercado está inclinado a favor de los más ricos, a las corporaciones multinacionales y sus dueños.

Uno de cada 10 panameños es pobre. Dos terceras partes de la riqueza está en manos del 10% más rico del país y el 1% de los muy ricos acapara más de un tercio. En activos financieros, el 80% es propiedad del 10% más rico.

¿Qué Hacer? Se puede revertir este derrotero, a partir de un sistema tributario más equitativo, de hecho, si se gravara el 5% de los mayores activos a la tasa del 5%, se podrían obtener 1700 millones de dólares: la cantidad necesaria para combatir la pobreza en el mundo.

La tributación es el camino más progresivo, justo y necesario para revertir el rumbo de una desigualdad cada vez más inminente.

La recaudación tributaria como porcentaje del PIB en Panamá es del 12.7%, mientras en los países nórdicos es: Suecia, 42.5%; Noruega, 44.4%; Dinamarca, 42.5% e Islandia, 35.1%; referente a la educación, en Noruega es totalmente gratuita en todos sus niveles, representa el 6% del PIB, en Finlandia representa el 16,28% del PIB, en Islandia es del 8% del PIB, para nosotros representa el 5% del PIB. Allí está el secreto de poder elevar los niveles de desarrollo económico, hay que revolucionar la educación.

Obviamente, tener un gobierno que se atreva a elevar la carga fiscal exige un fuerte apoyo popular, que sin devastar el capitalismo lo reestructure por una equitativa distribución de las riquezas, que supere los ataques políticos, jurídicos e internacionales a los que será sometido por querer cumplir tales objetivos, solo el apoyo del pueblo logrará sostenerlo por cinco años de poder, esto implica elevar la cultura política nacional, solidificar un estado de bienestar dentro de un capitalismo social.

¿Para el 5 de mayo del 2024, tenemos alguna propuesta para acabar con la desigualdad con un aumento tributario para los grandes capitales nacionales/internacionales?

Economista
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