• 26/10/2023 00:00

Divorcio y abusos contra la mujer

El divorcio para la mayoría de las mujeres es problemático, porque tienen que buscar un abogado y no tienen dinero para ello [...]

Los profesionales del derecho tienen que resolver y orientar los conflictos de familia, como sucede, por ejemplo, en los divorcios, pero para ello tienen que escuchar con paciencia y empatía a la clienta. Así contará su historia con detalles: cuándo se casaron, hace unos meses, hasta cuarenta años después; qué sucedió un domingo de covid-19, cuándo tomó sus cosas y se marchó del hogar, no en un “velero llamado libertad” como dice la canción de Perales, sino en su carro, y que su partida fue sigilosa, premeditada y con alevosía.

En fin, el cónyuge abandonó el hogar porque no quería seguir cumpliendo con los deberes de esposo en el matrimonio y ante ello, la cónyuge inocente, de conformidad con el Código de Familia, puede solicitar el divorcio, siempre y cuando se cumplan los requisitos que establece la ley (art.212).

No hay delito ni sanción para este tipo de abandono, salvo en los casos en que el hombre abandone a la pareja poniendo en peligro su seguridad o salud porque esta no puede valerse por sí misma, o en los casos en que incumple con sus deberes familiares, en concreto con la pensión alimenticia del cónyuge o de sus hijos (art.211).

Pero, esa salida del hogar por parte del hombre, en algunas situaciones, puede estar precedida de diversas acciones de violencia doméstica, por ejemplo de violencia económica, sobre todo cuando se ha planificado la salida del hogar, y un mes antes había engañado vilmente a su pareja haciéndole entregar datos de su banca en línea, para luego sustraerle sus ahorros de la cuenta, o en otro caso le hizo firmar un documento en la que le cedía sus derechos de la vivienda en común, quedando después del abandono del hogar, ella y sus hijos sin “techo”.

Los anteriores abusos invisibles contra la mujer en el ámbito familiar no son más que un abuso de confianza, por hombres narcisistas, manipuladores, trabajadores asalariados, o independientes, profesionales universitarios, entre otros, que realizan estos hechos, que quedan encubiertos en los casos de divorcio por mutuo consentimiento. Este último es el más rápido para obtener el divorcio, y solo se requiere un mínimo de un año de casados y ser mayores de edad y cumplir con otros requisitos del Código de la Familia.

Pero el divorcio para la mayoría de las mujeres es problemático, porque tienen que buscar un abogado y no tienen dinero para ello, y en muchas ocasiones el sistema judicial favorece al hombre, agilizando los trámites de divorcio.

Estas se encuentran indefensas, porque el hombre lleva la ventaja, ya se había adelantado a salir de casa y a divorciarse, y si bien cuando se casó habló claro y de frente, en el divorcio se “escabulle”, porque le falta valor y honestidad para asumir su responsabilidad.

Para terminar, luego del divorcio hay daños psicológicos para la mujer y sus hijos, y durante este proceso las mujeres son sometidas a presiones psicológicas, las cuales son ignoradas por los profesionales del derecho, en donde el supuesto “mutuo consentimiento” no es más que un “trueque”; divorcio, a cambio de la vivienda o de otros beneficios que la mujer necesita para sus hijos, hecho que contraviene el “derecho de la mujer a vivir libre de violencia”.

Catedrática de derecho penal
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