• 10/04/2017 02:03

Para fortalecer la duda

Hace unos años publiqué en este espacio una columna con el título ‘Datos para digerir las noticias'

Hace unos años publiqué en este espacio una columna con el título ‘Datos para digerir las noticias'. Hoy le doy seguimiento a este tema, con el fin de colaborar con los que consumen información sobre eventos trascendentales y para que puedan opinar con prudencia y sin tomar partido.

Después de que circulara por las redes sociales un video que mostraba a un grupo de reclusos fuertemente armado en una celda de la cárcel La Joya, a tempranas horas de la madrugada del pasado jueves 6 de abril, las autoridades realizaron una redada en donde participaron cerca de mil policías, custodios del Sistema Penitenciario y funcionarios del Ministerio Público. También estuvo el presidente de la República, Juan Carlos Varela, acompañado de la ministra de Gobierno, María Luisa Romero, y los medios de comunicación social.

Esa misma noche (madrugada en Europa), los Estados Unidos lanzó un ataque contra una base militar Siria, con cincuenta y nueve misiles cruceros lanzados desde los destructores estadounidenses USS Ross y USS Porter desplegados en el Mediterráneo. El presidente Donald Trump, declaró que ‘Esta noche he ordenado el ataque militar de objetivos sobre una base aérea Siria desde donde fueron lanzados ataques químicos'. El evento mencionado por Trump se dio dos días antes y fue reportado con las más crudas imágenes de civiles —incluyendo niños— siendo afectados por los mortales agentes químicos. Un comunicado de la Presidencia Siria señaló que: ‘... los Estados Unidos se dejó arrastrar ingenuamente por una campaña de propaganda falsa, en alusión al supuesto ataque químico en Jan Shijún que Washington usó como justificación de su bombardeo'.

Por otro lado, según reportaron algunas agencias de noticias internacionales: ‘El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, afirmó que el Gobierno sirio no tenía armas químicas y descartó la explicación de la administración Trump como una excusa para entrar en el conflicto'. ‘El presidente Putin considera que los bombardeos estadounidenses contra Siria son una agresión contra un Gobierno soberano en violaciones de las normas del derecho internacional y bajo un pretexto exagerado', dijo Peskov a periodistas. ‘Este paso de Washington está causando un daño significativo a las relaciones ruso-estadounidenses, que ya están en un estado deplorable'.

Sobre el asunto en la cárcel La Joya no hay que esforzarse mucho para entender las pretensiones del equipo de Gobierno en materia de comunicación. La imagen del presidente Varela conversando/reprimiendo/aconsejando a los jóvenes detenidos busca un efecto en particular; a la vez que, desde una perspectiva más lógica, debería estar preguntando: ¿cómo o quiénes son los que introducen esas armas de grueso calibre al recinto carcelario? Pero el asunto del conflicto sirio y el bombardeo de los Estados Unidos es mucho más complejo; profundamente complicado en donde los procesos de comunicación juegan un papel crucial para las partes involucradas.

El 30 de mayo pasado, el Dr. Clint Watts, investigador del ‘Foreign Policy Research Institute Program on National Security', testificó ante el Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos sobre las campañas de desinformación de Rusia en diversos escenarios electorales alrededor del mundo (Disinformation: A Primer In Russian Active Measures And Influence Campaigns). Pero igualmente debemos suponer que una potencia como los Estados Unidos tiene y ha utilizado similares métodos de desinformación para alcanzar sus objetivos (no olvidemos la Guerra de Irak y el argumento de las armas químicas de Sadam Husein).

Tan solo la semana pasada advertí en este espacio que: ‘El tema de la comunicación en estos tiempos es un asunto de seguridad nacional e internacional, más puntualmente en Estados Unidos, Rusia, Vene

Zuela y las otras regiones en conflicto. Amenaza la vida tal como la conocemos. No se puede ni se debe creer lo que se publica o circula en esos escenarios. Si examinamos el proceso comunicativo que sale de la Casa Blanca y de los grupos que lo apoyan mediante la creación de ‘hechos alternos' (‘alternative facts'), como lo definen ellos, debemos entender los peligros que representa para nuestro hemisferio lo que puede exponer una información falsa y las posibilidades de incitar o detonar un evento bélico internacional'.

No pensaba que a solo ocho días tendría que volver a advertir que tengamos cuidado: la comunicación es un arma de guerra que las potencias utilizan para ganar la guerra en las mentes. Dude y no acepte como irrefutable una información por más real parezca.

COMUNICADOR SOCIAL.

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