La interconexión eléctrica entre Panamá y Colombia es una prioridad bilateral, y la oposición de las autoridades comarcales no frenará el proyecto.
- 05/01/2015 01:00
Transitismo e izquierda panameña (II)
Las invitaciones de APEDE y CONEP las utilizaron para regañar al empresariado sin proponer un modelo económico viable y que implicara para ellos un nuevo contrato social. El movimiento MIREN de Jované, por otro lado, pudo correr como independiente, porque Gerardo Solís salta al PRD. El economista usó un lenguaje demasiado técnico y académico en los debates, con una imagen electoral poco agresiva y convincente.
Criticamos la partidocracia, pero aceptamos sus reglas; culpamos los millones que los poderosos financiaron las campañas; quisimos entrar a jugar en las Ligas Mayores y salimos ‘trasquilados’, nuestra Izquierda es cavernícola, dogmática, sectaria, que se quedó en la era soviética, con terror casi de exorcismo a la palabra ‘revisionismo’.
Nuestros adherentes no votaron por nosotros y seguimos rompiéndonos la cabeza del por qué somos huérfanos de discurso electoral, criticamos al Imperio, pero usamos sus redes sociales, no es posible cambiar a Panamá en la división internacional del trabajo, que su plataforma de servicios la reorientas, mas no puedes matar a la gallina de los ‘huevos de oro’, que la lucha armada no es viable porque el panameño no apoya esas ‘vainas’, que una cosa son las organizaciones que controles y otra muy distinta el electorado panameño no organizado a la hora de votar, y que la lucha de clases no te sirve para ganar unas elecciones presidenciales.
Incluyamos a todo el mundo, pero de verdad; la cacareada constituyente originaria, no es posible si no eres gobierno; si la Izquierda y las fuerzas sociales no logran una genuina unidad, un discurso coherente y creíble para los distintos sectores, y un candidato con imagen, preparación, capacidad comunicativa, estaremos como decía Facundo Cabral, ‘pendejamente’ trabajando para el enemigo, sin ninguna posibilidad para el 2019. Seamos más humildes y aceptemos la responsabilidad de nuestro fracaso 2014.
POLITÓLOGO