• 29/03/2023 00:00

Educación técnica superior en Panamá, papel del ITSE

“Estamos a tiempo de dar continuidad a este modelo, no sólo afianzando y consolidando el ITSE, sino extendiendo este modelo a otros sectores del país, [...]”

Una queja recurrente del sector empresarial / productivo en relación con la educación del país, es que esta última está divorciada del contexto laboral que demanda el sector productivo, que implica que los jóvenes que egresan del sistema educativo no logran insertarse en el mundo laboral del país y en consecuencia, el sector productivo no logra satisfacer su demanda en tal sentido.

La situación planteada parece guardar relación con el hecho de que los currículums de los diferentes bachilleratos no están estructurados ni articulados con el sector productivo y más bien el enfoque de calidad de los bachilleratos de media está orientado hipotéticamente a preparar los egresados para ingresar a las carreras universitarias.

La situación precitada se convierte en una de las mayores inconsistencias del proceso, cuyos mayores afectados son los estudiantes.

Un detalle básico por considerar es que, las estadísticas de egresados de la educación media marcan de forma reiterada que, en promedio, sólo a cuatro de cada 10 egresados les interesa ingresar a la universidad y/o logran hacerlo.

Este último dato ha propiciado el interés y la expresión de especialistas en el tema de la necesidad de potenciar la Educación Técnica Superior como la alternativa más consecuente con ese 60 % de jóvenes egresados de media que encuentran limitaciones para ingresar a la universidad, pero también, según los expertos, esta sería la estrategia y/o el espacio para la formación de ese recurso humano que demanda el sector productivo.

Estos y otros elementos sirvieron de fundamento para un estudio que se hizo en el quinquenio 2014- 2019 con participación de diferentes sectores, organismos y expertos que permitió identificar cuál era el horizonte de los espacios de trabajo para las siguientes décadas en Panamá; dicho estudio produjo un informe, a mi juicio bastante contundente y útil a los fines propuestos.

Este hecho se sumó a otros en similar sentido y sirvieron de insumo a un esfuerzo que se venía adelantando en ese mismo periodo para darle forma y funcionamiento, al menos en su fase inicial, al desarrollo de la Educación Técnica Superior en el país en concordancia con el diagnóstico antes señalado.

En paralelo se había adelantado contactos, conversaciones y trabajo con expertos de Singapur, Inglaterra y Francia, con el fin de hacer realidad el primero de los institutos técnicos superiores en el país, basado en el modelo arquitectónico, académico y administrativo de estos países donde el modelo de educación técnica superior ya ha rendido sus frutos.

De allí surgió el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), al cual se le dio vida jurídica adecuando o creando la normativa ajustada a la naturaleza de este modelo, que tiene características específicas, entre otras las siguientes.

-Son carreras cortas, preferiblemente de dos años.

-El currículum tiene que estar más orientado a la práctica, sólo con elementos teóricos relacionados a la práctica misma.

-Con base en esta relación curricular se debe propiciar el desarrollo del modelo de educación dual que los alemanes han desarrollado ampliamente, en donde la relación de práctica y teoría debe ser 70-30.

-La oferta curricular tiene que ser renovada periódicamente, considerando la evolución del mercado de empleo y tiene que hacerse en coordinación directa con el sector productivo.

-El rector o director de un centro de esta naturaleza debe ser un profesional con perfil y experiencia gerencial, y debe ser contratado mediante un concurso y por un periodo definido no mayor de cinco años y su continuidad año con año debe estar sujeta a evaluación del desempeño.

-Debe haber un seguimiento a los egresados para conocer su desempeño una vez entren al mundo laboral y de paso, conocer qué tan rápido logran dicha inserción.

-Estos centros deben tener una junta directiva funcional con participación del sector privado.

Creo que los elementos que hemos procurado compartir en este artículo son argumentos suficientes para darle una consideración seria y efectiva que permita asegurar que el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE) siga evolucionando en busca del mejor estado de funcionamiento, para que sea la respuesta al problema planteado en los párrafos iniciales, es decir que sea el espacio de desarrollo y formación para el gran número de egresados del nivel medio que no se incorporan en el sistema universitario y que de esta manera aseguremos que los jóvenes panameños logren así inserción laboral, social y ciudadana a la que tienen derecho y que el país necesita.

Sin duda alguna la Educación Técnica Superior debe ser también el espacio para articular al sector productivo con la educación y propiciar la siempre deseada estrategia de “ganar-ganar” y que el país aproveche este modelo educativo que, aunque incipiente, pueda encaminarse hacia una verdadera educación de calidad, en donde el proceso se oriente al logro de resultados tangibles y apreciables por toda la sociedad.

A mi juicio solo así puede iniciar un proceso de equilibrar la relación entre el número de ingenieros con el número necesario de técnicos superiores que demanda el desarrollo del país en todos los sectores, la cual es una tarea no menos importante y también postergada.

Estamos a tiempo de dar continuidad a este modelo, no sólo afianzando y consolidando el ITSE, sino extendiendo este modelo a otros sectores del país, que igualmente demandan de este tipo de recursos formados con criterios objetivos.

Ex viceministro de Educación.
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