• 19/07/2021 00:00

Educar para el desarrollo y el bien común

“Modificar la frase a algo como “Panamá es un país de desarrollo”, […], prepararía a los jóvenes […] con una mente enfocada en el desarrollo y no en el servicio”

El funcionamiento del Estado panameño es un desafío para abordarlo con profundidad. El desarrollo está ligado a la educación. Pero, ¿cómo el vínculo educación-desarrollo afecta el funcionamiento estatal? Creo que según el enfoque; y a mi respuesta le agregaré una explicación que considero necesaria para un leve cambio de enfoque como país en desarrollo.

Desde casi tres Gobiernos, se implementaron cambios en los diferentes niveles de enseñanza. Primero se introdujo la educación ambiental en la educación primaria y secundaria. Luego la promoción de educación sexual y reproductiva, también en la educación primaria, pero con sus contratiempos. A la educación secundaria se le extrajo algunos elementos y se introdujeron otros, incluso la creación de nuevos bachilleres, como turísticos e informáticos, para estar preparados al crecimiento económico y tecnológico que se avecinaba a principios de siglo XXI.

La educación universitaria atraviesa una transición hacia la investigación para generar nuevo conocimiento que resuelva problemas nacionales y con capacidad de importar soluciones internacionales. Pero estos son cambios de contenido, y no dudo de su contribución al desarrollo, pero falta un cambio de fondo para el bien común y el desarrollo.

Históricamente en varias escuelas primarias y principalmente secundarias se menciona y enseña la famosa frase “Panamá es un país de servicio”. No sé la estrategia o visión de Estado en el pasado, pero una visión comercial y bancaria internacional nos pudo hacer dependientes de una frase como tal, y que no solo pudo haber calado en habitantes que trabajasen para el mercado, la ciencia, la banca y negocios internacionales, sino que pudo hacer a la mayoría de los habitantes algo serviciales y menos competitivos hacia otros países.

Esta frase pudo ser necesaria también para volcar a los habitantes al servicio religioso, servicio militar o servicio humano en el marco local. Este último aspecto es muy importante, porque el servicio humano local puede llevar a las sociedades a una escalera donde, para subir peldaños, es necesaria la servidumbre a los que ocupan peldaños superiores, sea por poder político o económico, olvidándose de los derechos y necesidades de quienes están en los primeros peldaños de esta escalera social.

Lo mencionó Robert Nesta Marley en una de sus canciones: “en este gran futuro no puedes olvidar tu pasado”. El futuro para muchos es el siguiente peldaño, y el pasado es el peldaño anterior. No puedes olvidarlo, mejor trata de equilibrarlo.

El contexto actual, luego de casi 120 años de historia republicana, es diferente. Aunque seguimos impulsados por el comercio, la banca y los negocios. En temas de ciencia crecimos y es a base de ciencia -en todos los aspectos humanos- que generamos nuestro desarrollo. Y si queremos ser un país desarrollado debemos funcionar de otra manera. Modificar la frase a algo como “Panamá es un país de desarrollo”, y adaptar la enseñanza a esa visión, prepararía a los jóvenes, en sus respectivos colegios secundarios, con una mente enfocada en el desarrollo y no en el servicio. También abriría puertas para funcionar por el bien común de todos, y no solo para quienes ocupan los peldaños superiores de la escalera social, catalizaría nuestro desarrollo y repercutiría en el bien común mundial. Con un pequeño cambio de enfoque.

Profesor de Fisiología y Comportamiento Animal, UP.
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