• 21/08/2025 00:00

El que no po’... no co’... entre leche y bananos

Normalmente en nuestros escritos empleamos un lenguaje cónsono con los pensamientos y conceptos que deseamos transmitir a los lectores, y nos impulsa el firme propósito de plasmar y elevar sanos y nobles criterios accesible a todos los ciudadanos. No es una explicación, ni aclaración, mucho menos justificación; aparte de la responsabilidad con el sector agroalimentario-ambiental de mi país y el mundo, siempre he asumido la inmensa complicidad, compromiso y aspiración de aprendiz hacia la literatura.

Sin embargo, existen vocabularios comunes a la gente, dichos, sarcasmos o sainetes que son del arraigo popular y que se han convertido en expresiones de fuerza mayor o iguales significados para casi todos los sectores de la población.

Uno de ellos, el presente título, El que no po’... (pone) no co’...(coje) haciendo alusión al requerimiento imperioso de que si no pones algo, no tienes derecho a coger lo mismo, en base, originalmente, a lo que colocaste. Así de sencillo, sin muchos ambages, por lo menos de manera circunstancial, en el ambiente local, de manera coloquial.

Inicialmente, la empresa había notificado, con algunas especificaciones, que no iba a adquirir o comprar la leche. Lo anterior obedece, en respuesta casi inmediata las palabras del presidente de la República cuando expresó: “Si las empresas no compran leche nacional, no importarán leche extranjera”. En pocas palabras, si no compran, no importan. Al buen entendedor, pocas palabras. Guardando las proporciones del caso. Es la dialéctica de la vida y el pragmatismo, no solo debe interpretarse como reacciones al más alto nivel de los estamentos de poder, sino la conjunción de factores, negociaciones y ventajas comparativas para ambos sectores —gobierno, empresa privada— y por supuesto el país, luego de tantas escaramuzas sociales, económicas y políticas, “tomar un aire” en las confrontaciones, lográndose acuerdos para reanudar la compra.

Pero, como la dinámica de los acontecimientos es tan rápida, veloz y cambiante, casi terminando la semana pasada, el presidente anunció también que la empresa Nestlé, seguiría comprando la producción nacional, a lo cual esta manifestó y confirmó su disposición de adquirir la leche.

Además se iba a producir un producto nacional, con esta adquisición y la empresa “en los próximos días la compañía presentará una nueva versión de leche evaporada IDEAL con el sello ‘Hecho en Panamá’, como parte de su esfuerzo para fortalecer la competitividad de la industria láctea nacional” y estaban en conversaciones con pizzerías y otros comercios o empresas para el procesamiento e industrialización de la leche.

En ese mismo orden de ideas, se indicaba que estaban bastante adelantadas las conversaciones para un eventual retorno de la empresa bananera Chiquita Panamá a nuestro país. Para ambas situaciones consideramos que existieron negociaciones, conversaciones a niveles superiores, muchas veces es desconocido el contenido de estas para el resto de la población, siempre con el objetivo de defender los intereses de nuestra nación.

Ya previamente (artículo: Y ahora corresponde el turno a la leche, 7/8/25, La Estrella de Panamá) abarcamos ampliamente la temática lechera. Pero deseamos destacar, en parte la relación que se ha presentado en la coyuntura del momento actual, del anuncio oficial en la compra de la leche nacional, que manifestamos, en párrafos anteriores, cuando en principio se había indicado que no se iba a adquirir la compra por parte la empresa y las expresiones del presidente de la República, aparte del señalamiento de que “no lo agradezco, pero sí lo reconozco”.

Respecto a la situación del banano, luego del desastre nacional en Bocas del Toro, donde confluyeron números factores, huelga de educadores, trabajadores el colapso de la economía local, el desempleo, el caos, algunos desmanes y saqueos al comercio del área, por diversos actores, uso de la fuerza pública para controlar los desórdenes, despidos de trabajadores, consiguiente desempleo y el retiro parcial —que en lo personal nunca creí— de la empresa bananera.

Igualmente, anuncian las altas autoridades gubernamentales, Ministerio de Comercio e Industrias y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, que adelantan las conversaciones sobre el eventual regreso de Chiquita al país y en reportaje-noticia de Manuel Vega Loo: Gobierno nacional espera llegar a un acuerdo con Chiquita, (leer nota sábado, 16 agosto 8/16/2025, La Estrella de Panamá) expresa: “El Gobierno espera cerrar un acuerdo de compromiso con la empresa Chiquita Panamá, que anuncio la suspensión temporal de sus operaciones en junio de este año”.

Las conversaciones “avanzan positivamente” con la empresa que tenían funcionando 14 fincas bananeras y empleaban más de 7.000 personas, la mayoría de la provincia de Bocas del Toro.

De acuerdo con la información: “la multinacional Chiquita Panamá suspendió operaciones temporalmente el pasado 22 de mayo tras una huelga declarada por el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano Agropecuaria y Afines”. Agrega que, debido a la huelga del sindicato declarada por las reformas a la Caja del Seguro Social, se reportaron 75 millones en perdidas y 450.000 cajas de banano que no pudieron ser exportadas. Se desvincularon aproximadamente o finalizaron sus labores alrededor de 5.000 trabajadores y todas las consecuencias que se derivaron de ello.

Actualmente se realiza jornada de conversatorios de una gira nacional Diálogo Productivo Panamá-Mercosur y el análisis de adhesión a este acuerdo, con la participación de ministros de estado, técnicos y productores, en donde se evalúan e intercambian opiniones sobre el agro

Que el no po’ y el no co’ se haga costumbre.

El autor es ingeniero agrónomo
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