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- 30/05/2009 02:00
¿Martinelli fascista?
Hay quienes señalan al presidente electo, Ricardo Martinelli, como “fascista”. ¿Qué es el fascismo? El fascismo es un movimiento político y social de carácter totalitario, es decir, tiránico, dictatorial, déspota y autócrata, donde las decisiones las toma el “dictador” sin importarle la opinión de los demás. El fascismo es también nacionalista.
Fue fundado en Italia por Benito Mussolini después de la Primera Guerra Mundial (1922-1943). Adolfo Hitler lo fundó en la Alemania Nazi en 1933 y, luego, Francisco Franco en España desde 1936-1975, ellos han sido sus más fieles y crueles representantes. En nuestra América Latina hubo regímenes fascistas en el pasado reciente, como los de Augusto Pinochet, René Barrientos, Anastasio Somoza García, Anastasio Somoza Debayle, Omar Torrijos, Manuel Antonio Noriega, Alfredo Stroessner, etc.
Es personalista y exacerba el fanatismo. Además de un eficaz aparato de propaganda donde se le rinde culto a la personalidad del dictador, el fascismo implica una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas). ¿Recuerdan ustedes estimados/as lectores/as aquel “slogan” de: “Ni con la izquierda ni con la derecha”? Esta indefinición no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política sitúe al fascismo en la extrema derecha y lo relacione con la plutocracia, identificándolo algunas veces como un capitalismo de Estado, o bien como una variante chovinista del socialismo de Estado.
El fascismo da esperanzas a través de ofrecimientos ilusos de redención. La Asamblea de Representantes creó una ilusión de “poder popular”, pues los representantes no podían dar votos de censura a los militares, sino sólo aplaudirlos. Los asentamientos ilusionaron a los campesinos, pero después que fueron captados, fueron abandonados a su suerte.
Es muy prematuro calificar a Martinelli de fascista. Los filósofos idealistas, aquellos que afirman que primero fue el espíritu (Dios) y después la materia, dicen que un gran empresario es tal porque piensa como tal, y que un obrero lo es, porque piensa como obrero. Sólo basta con pensar como uno u otro, para serlo. En cambio, los filósofos materialistas que dicen que la materia (cerebro del ser humano) fue primero que la idea de Dios, sostienen que si una persona piensa como gran empresario es porque es un gran empresario, y si piensa como obrero es porque es un obrero, pues son las condiciones materiales y sociales de existencia las que determinan el pensamiento y el ser social.
Si aceptamos lo que dicen los idealistas, tendríamos que aceptar que para no ser obrero sólo bastaría con pensar como un gran empresario. Así, para acabar con la explotación capitalista sólo bastaría con realizar una labor de concienciación entre los patronos. Tal fue la idea de los socialistas cristianos y de los fundadores del socialismo utópico. Es esta también la idea de los fascistas que luchan contra el capitalismo, no para suprimirlo, sino para hacerlo “más razonable”, pues dicen que cuando los patronos comprendan que explotan a los obreros no lo harán más. Martinelli cuando era niño vendió periódicos en Soná de Veraguas, pero —según una propaganda— cuando se dio cuenta de que le estaba quitando el negocio a los niños pobres, dejó de hacerlo.
-El autor es educador.pastornatural@gmail.com