• 22/10/2022 00:00

Hablemos de 'influencers'

“Como comunicadores o mercadólogos, la utilización de la figura de un “influencer” debe ir destinada a la promoción, a través de contenidos reales [...]”

A menudo escuchamos el término 'influencers'; sin embargo, antes de comenzar a debatir sobre su utilidad, conozcamos a qué nos referimos y cuáles son sus funciones dentro de una estrategia de comunicación o de “marketing”.

Si bien es cierto un “influencer” debe conocer el tema del que habla, se le reconoce cierta experiencia y conocimiento del tema; es una persona que tiene presencia y credibilidad en redes sociales para influir en el consumo de una marca o producto.

No obstante, en los últimos años esta figura se ha convertido en líderes mediáticos de contenidos, donde muchas veces esta persona se ve viciada por el exceso de falsedad del consumo de la marca, ya que muestra un contenido patrocinado, lo que no es creíble para el consumidor.

Es por ello por lo que al momento de seleccionar esta figura se debe hacer con mucho cuidado, toda vez que esta persona no solo hará referencia a un producto, este se convertirá en la cara de la marca, por lo tanto, su selección deberá responder a los valores corporativos de quien lo contrata, su identidad y su reputación, tres elementos importantes del “branding” empresarial.

Uno de los errores más comunes que cometen las marcas es verificar la cantidad de seguidores de los llamados “influencers”, pero esto no solo es importante, ya que, más que poder visualizar un contenido, este debe llevar a que los consumidores potenciales hagan uso de los productos, por lo que este sería el trabajo fundamental que debe realizar un influenciador.

¿Pero para qué acciones debemos tener en cuenta a un “influencer”?

Como comunicadores o mercadólogos, la utilización de la figura de un “influencer” debe ir destinada a la promoción, a través de contenidos reales, ya que, para el lanzamiento de una marca, donde este tendría la oportunidad de brindar información importante de la misma, ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿qué ofrecen?, como también para la activación de un nuevo producto o servicio, toda vez que fácilmente se puede dar un impulso a la empresa, siendo él o ella la estrategia para dar a conocer el producto o el servicio que se vaya a ofrecer; otra de las acciones en la que se le puede dar utilidad a la figura es la promoción de marcas y, por último, la promoción de eventos, donde el “influencer” tendría la oportunidad de dar a conocer dicho evento a través de sus contenidos.

Estas acciones podrán verse sencillas o quizás en el desconocimiento de la utilidad del “influencer”. Podríamos pensar en otras estrategias; sin embargo, lo que verdaderamente estamos empleando es la confiabilidad de esta persona, pero esto representa que él o ella se empodere y se familiarice con las marcas a las que va a representar, escrudiñar la filosofía de las empresas y así convencer a los usuarios de la utilización o consumo del producto o servicio.

Ahora, el comunicador social o mercadólogo debe esperar que estas estrategias generen tráficos en ventas y consumos de los productos ofrecidos, este es el verdadero trabajo del “influencer”, es por ello por lo que se deben validar los reportes de visualizaciones versus consumo; las empresas deben cotejar que este producto está siendo consumido por la gestión del “influencer” con una simple pregunta: ¿cómo conoce nuestra marca? O también elaborar una pregunta con diversas opciones de respuestas, dependiendo de las estrategias de “marketing” y comunicación que se esté implementando.

Debemos recordar que nos encontramos en la era del “marketing” y de la comunicación de influencia. A pesar de que es una estrategia de años, con la llegada de las redes sociales es mucho más utilizada. Así es como está funcionando la comunicación, se deben aprovechar todos los espacios publicitarios que la era digital nos está ofreciendo y la segmentación de los contenidos digitales se debe realizar de manera analítica.

Es de conocimiento que, con la presencia de la pandemia de COVID-19, las marcas y los comercios se vieron afectados, por lo que tuvieron la urgencia de convertirse en marcas divergentes y con ellas atraer a sus públicos con un formato publicitario diferente, lo que ha permitido la emergencia de nuevos prescriptores de consumo.

Relacionista público.
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