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- 12/07/2011 02:00
Hizo falta un debate entre los candidatos
Los universitarios acudimos a honrar el compromiso electoral con la convicción de que además de un derecho, es un deber. Participamos aspirando, en esta ocasión, a la rectoría de la Universidad de Panamá, con el fin de enaltecer su menguado prestigio y entregar nuestros mejores esfuerzos en aras del perfeccionamiento académico, científico y educativo que nos posicione como una institución de Educación Superior a la altura de los retos que nos presenta el siglo XXI.
Respetamos la decisión que los estamentos universitarios consignaron en sus votos. Los resultados expresan que por encima del poder, casi absoluto, de las actuales autoridades, el pequeño margen de diferencia que ratifica un quinto período reeleccionista, y el hecho que la mayoría de los universitarios votó por nuestro proyecto, también manifiesta el sentir de agotamiento y ansias de cambio que la Universidad y la sociedad consideran impostergable.
El torneo fue a todas luces desigual: el rector se separó del cargo sólo un mes antes, pero siguió ejerciendo el poder, al punto que prometió aumentos salariales, permanencias, regularidad a docentes y se intensificó la intimidación. No permitieron que la opción de voto a favor del Dr. Edgardo Molino Mola fuese retirada de las papeletas. Se negaron al debate de propuestas, aduciendo razones baladíes, cosa vergonzosa para cualquier universitario.
Gozaron de los favores de los tres Órganos del Estado. El Órgano Legislativo modificó la Ley Orgánica de la Universidad de Panamá, con el objetivo único de complacer el insaciable apetito de poder de García de Paredes, a cambio de quién sabe qué. El Órgano Judicial falló contra la demanda bien fundamentada que interpuso el Dr. Molino Mola; y el Órgano Ejecutivo le aprobó durante el mes de campaña 4,5 millones de balboas como crédito extraordinario.
Se dieron irregularidades durante la elección, tales como: las papeletas de profesor llegaron al mediodía a Penonomé; las papeletas de rector y decanos eran del mismo color en su reverso, lo que confundió a los votantes al doblarlas; las boletas de profesores se agotaron en Colón y Chitré antes de concluir las votaciones. Estudiantes Sigma Lambda no aparecieron en el padrón electoral; los partidarios del reeleccionismo gritaban consignas el día de la elección. A pesar de todo esto, la gran mayoría de los universitarios votó por nuestro proyecto Renovador. Alcanzamos 12,071 votos, mientras que García de Paredes sólo obtuvo 10,484 votos, pero la ponderación lo salvó de la derrota en las urnas.
Nuestra vida es la Universidad y seguiremos trabajando por alcanzar las metas que bullen en el corazón de docentes, estudiantes y trabajadores, que fincan en el conocimiento y la ciencia la construcción de sociedades justas. Nos comprometemos a defender el derecho a disentir y a impulsar las transformaciones que son materias pendientes en la Universidad de Panamá. Protegeremos a los funcionarios, profesores y estudiantes en contra de quienes intenten tomar represalias, por el hecho de habernos apoyado. No los dejaremos solos.
Agradezco a todos los universitarios que nos han acompañado en el proyecto de construir una mejor universidad. De igual forma, agradezco a la Nación panameña, y a los medios de comunicación que han estado impulsando los ideales de la Universidad que soñó Méndez Pereira y su gestor Arias Madrid. A todos ellos, mi eterna gratitud. Nunca pierdan la fe en renovar la Universidad de Panamá.
*CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.