Valores - conducta humana

Los valores que rigen la conducta humana están evolucionando y yo diría que no para mejorar, sino para disminuir en la escala de valores según nuestra apreciación de personas mayores.

Las tablas de los 12 puntos de la Ley de Dios por Moisés rigen para toda la cultura occidental, pero existen similitudes en civilizaciones antiguas como la de Babilonia, Hindú, China, e incluso entre los pueblos primitivos.

Aquí dentro de la sociedad panameña, tanto en el campo político, profesional, económico e incluso religioso lo que impera es el juegavivo, y este es un movimiento a nivel mundial. No me explico qué ha sucedido, que no podemos actuar dentro de los valores, sino que priva ese juegavivo que nos lleva a borrar de nuestros sentimientos aquello que nos legaron nuestros padres.

Lo que a una persona inmersa en valores éticos y morales y que le cuesta 40 años de un trabajo honrado, le es difícil alcanzar un nivel económico que le permita disfrutar de una vejez holgada; aquí en Panamá vemos cómo jóvenes entre los 25 a 35 años de edad superan en bienes materiales a estos mayores, y qué decir de los padres de nuestra patria, los diputados, y otros funcionarios públicos.

En la década del 90, cuando me desempeñé como legislador, propuse un proyecto de ley aumentando el número de curules en 10 unidades, de libre postulación, y a nivel nacional, con el propósito de orientar a los incipientes profesionales de la política y al mismo tiempo frenar actos mal habidos. Como ejemplo de valores yo citaba en aquel entonces a Marisín Villalaz y Lucho Moreno entre otros. Mi anteproyecto no tuvo ninguna acogida, y posteriormente lo he enviado al Tribunal Electoral y a la Comisión de Revisión al Código Electoral. También me he estrellado. Decía en estos días el ministro Roberto Henríquez y vicepresidente del Partido Cambio Democrático, que el transfuguismo político se debe a que los diputados están comprometidos con sus distritos electorales, que siendo aliados del gobierno de turno les es más fácil cumplir con las necesidades de la población y que esa era la razón del cambio.

Lo que se le olvidó mencionar es que además de obtener obras dentro del presupuesto nacional, reciben también B/.2,000,000 para obras dizque circuitales, con una escaza o nula supervisión de la Contraloría. A un diputado panameñista en tiempo de la alianza le dije que fuera muy claro en el desembolso de las partidas y él me contestó que la Contraloría les deba el aval. Le respondí que en un futuro gobierno serio y responsable, él y la contralora pudieran ir presos.

Me preocupa mucho la actitud de los tránsfugas, que denota falta de moral y de ética política. Están ilustrando a la juventud en cómo se hacen las maracas jugando al tío vivo. En los tiempos de mis abuelos, padres y lo que yo he vivido, la palabra es una sola, y no se necesitaba documentos abogadiles para asumir un compromiso. En la política era un orgullo ser conservador, liberal, porrista, chiarista, arnulfista, y de otras denominaciones, pero hoy día eso significa nada; lo que importa es encontrar la oportunidad de escalar posiciones dentro de un partido, que lo lleven a materializarse económicamente. Cómo extrañamos a aquellos gobernantes y políticos serios, íntegros, que manejaban el país con el propósito de mejorarlo dentro de sus intereses y no de la conveniencia personal. ¿Hasta cuándo debemos soportar los políticos de ahora a quienes critica el pueblo? ¿ES ESO LO QUE QUEREMOS DE PANAMÁ?

INGENIERO ROTARIO.

COMISIÓN DE VALORES DEL CLUB ROTARIO DE PANAMÁ.