• 01/12/2015 01:00

Asalto al Seguro (II)

La ciencia, la sanidad y la sociedad han hecho que la expectativa de vida sea en la actualidad mucho mayor que en 1940

La ciencia, la sanidad y la sociedad han hecho que la expectativa de vida sea en la actualidad mucho mayor que en 1940 y todos los que vivimos más ahora debemos darle gracias a Dios, a nuestros científicos y a los gobernantes por esta gran realización. Sin embargo, esta extensión de las expectativas de vida hace que la Caja de Seguro Social (CSS) tenga que pagarnos mucho más meses de jubilación y solo podrá hacerlo sostenidamente si se aumentan las cuotas o las edades de jubilación, o ambas. Cualquier campesino sabe que no se le puede sacar más agua a las tinajas que la que se les mete. Tal vez la tinaja condensa agua del aire, pero también filtra agua por sus paredes, la cual, al evaporarse, refresca el agua dentro de la tinaja. Así mismo los fondos del Seguro Social producen intereses que contribuyen a pagar el costo de su administración.

Nuestras mujeres son nuestras madres, hermanas, esposas, hijas y amigas que respetamos y queremos. Sin ellas no existiera la humanidad. Pero la CSS es una gran tinaja, de la cual no se puede sacar más agua que la que se le mete. Dentro de esta gran tinaja, no puede ignorarse que las mujeres viven cinco años más que los hombres, se jubilan cinco años antes, y pagan las mismas cuotas. En otras palabras, reciben 10 años más de beneficios que los hombres y pagan las mismas cuotas. Esta es una situación financieramente insostenible, que no se percibía cuando la mujer tenía una baja participación en la fuerza laboral; pero en la actualidad la participación de la mujer en la fuerza laboral es muy similar a la del hombre.

Otro asalto del Gobierno Central a la Caja de Seguro Social ocurrió cuando se permitió que los asegurados aumentaran su número de dependientes de acuerdo a criterios más amplios. Con este asalto, el Gobierno Central se ahorró gastos en Salud Pública y se los pasó a la CSS, pero se olvidaron que la CSS solo administra recursos, no hace magia. También se olvidó el Gobierno Central de que la CSS es una entidad que le pertenece a los asegurados y no a los gobernantes de turno.

Las medicinas son otro serio problema que la CSS no ha podido resolver. Durante la administración anterior, una comisión de la Bolsa Nacional de Productos se reunió con el secretario de Innovación para ofrecerle sus servicios y asegurar la transparencia en las compras estatales. El director de esta Secretaría solo les recomendó hacer gestiones para que los medicamentos de la CSS se compraran a través de subastas públicas en la Bolsa de Productos. Estas gestiones resultaron infructuosas. La Caja de Seguro Social entonces no quería la transparencia de hacer sus compras de medicamentos por subastas públicas en la Bolsa de Productos. Querían mantener su independencia de hacer compras de medicamentos sin dicha transparencia y poder comprar libremente medicamentos, como el dietilenglicol, que tantas muertes y daños permanentes a asegurados produjo, sin que todavía se hayan establecido claramente responsabilidades dentro de la institución. Los médicos, a quienes se les da un tiempo muy limitado por paciente, casi siempre terminan sus breves citas recetando medicinas sin que ni el médico ni el paciente sepan y puedan tomar en cuenta el costo de las mismas.

Todas estas irregularidades en las operaciones de la Caja de Seguro Social debieron ser estudiadas y corregidas por su directiva. Esta institución debiera tener una directiva en alguna parte, pero la ciudadanía desconoce cómo está constituida y para qué sirve. Y ahora la Caja de Seguro Social tendrá que enfrentar el asalto final en su historia: la posible integración de la Caja del Seguro Social con el Ministerio de Salud. La Caja de Seguro Social pertenece a todos los asegurados y no al Gobierno Central. Por consiguiente, esta integración debe ser una decisión de los asegurados y de nadie más.

Ahora también se contempla darle la responsabilidad de la mal concebida, y todavía sin terminar de construir, ‘Ciudad Hospitalaria ' (o de la ‘Salud ') a la Caja de Seguro Social. Dijo uno de nuestros más ilustrados ministros de Salud, el Dr. José Renán Esquivel: ‘Los hospitales representan el fracaso de la Medicina Preventiva '.

¿Debilitará este Gobierno panameñista una noble y necesaria institución que el primer Gobierno panameñista creó?

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