• 22/03/2024 00:00

Impresionante

[...] leyendo las propuestas de los candidatos presidenciales, [...] a ninguno le importa el tema de los adultos mayores. Son prioridad las mascotas, que están dispuestos a construir no uno, sino dos hospitales

Es impresionante mirar distintas esferas en la que se trata a la familia en Panamá.

Tenemos un flamante ministerio de la Mujer, Niñez, Juventud y Familia, el cual ha sido creado para proteger a todos aquellos ciudadanos que, de una manera u otra, necesitan del apoyo de este ministerio para tener una calidad de vida digna.

Pero, lamentablemente, vemos como falla el sistema, y nos preguntamos ¿cuál puede ser la razón? ¿Presupuesto?, hay de sobra porque Panamá dispone de suficiente dinero bien administrado. ¿Voluntad?, nos preguntamos si existe. ¿Humanidad?, ¡qué lejos estamos de ese sentimiento! ¿Administración?, tal vez no se designa a las personas adecuadas. Y así, se pueden enumerar muchas otras razones.

Lo que sí queda muy claro, y sobre todo leyendo las propuestas de los candidatos presidenciales, es que a ninguno le importa el tema de los adultos mayores. Son prioridad las mascotas, que están dispuestos a construir no uno, sino dos hospitales. Hasta la extensión de la paternidad con distintas licencias.

También lo son muchos otros temas, que no hay que ser ni sabio ni letrado para poder cumplir con la obligación que tiene el gobierno para con su pueblo.

Entonces nos preguntamos: Si bien es cierto que los niños, discapacitados, jóvenes y familias disfuncionales, embarazos precoces, marginados e indigentes y tantos otros pueden beneficiarse de los proyectos de ley y tienen organizaciones internacionales cubriendo esos temas, ¿qué pasa con los adultos mayores que nadie se preocupa por protegerlos o mejorar su calidad de vida ni crear proyectos de ley, a nivel prioritario que no vayan con el vaivén de la política?

Los aspirantes a administrar nuestro país se preocupan por ocupar el podio amarillo, y me pregunto ¿en algún momento de retiro espiritual y meditación, no pensarán en este grupo que muchas veces son abandonados literalmente por sus familiares, o estos no tienen los medios para cubrir sus necesidades, o están en este mundo en una soledad alarmante, o en los distintos centros que hacen maravillas para cuidar a los que allí tienen la dicha de haber encontrado albergue y amor?

Entonces, por lo que sale en las propuestas de los aspirantes presidenciales es que las mascotas, cuyos propietarios los tienen por elección y, por lo tanto, deben tener los medios para cuidarlos, mientras que para los abuelitos no hay opción; ¿y todos los otros grupos tienen más derechos que los abuelitos?

¿Por qué ninguno ha mencionado una ciudad del adulto mayor, centros de cuidado y esparcimiento diurnos bien equipados y con personal adecuado? Transporte adecuado solamente para abuelitos. Comidas calientes y nutritivas, tanto en centros como a domicilio. Programas especiales de ejercicios y terapia, clases de todo tipo para distraerlos, seguridad de hospitales geriátricos bien equipados y expeditos en cada provincia, sean o no jubilados. Plan de medicamentos de calidad a su alcance y fáciles de conseguir.

Aumento a jubilaciones dignas no ridículas, aumento al plan 120/70.

Total hay jubilaciones especiales con $ 7 mil al mes.

El otro día una autoridad, también aspirante, dijo que iba a ocuparse de hacer varios centros diurnos. Y la pregunta es, ¿por qué no se hicieron hace años? ¿Por qué esperar a ser candidato para actuar? ¿O es que la necesidad solamente se toca en la política?

En un reportaje reciente, se habla de albergues para niños, impulsado por una entidad internacional. Perfecto, muy bien hecho. Los niños son el futuro de las generaciones.

Pero, los abuelitos fueron el futuro de las generaciones que hoy viven sus sacrificios y vicisitudes para que este país floreciera. ¿No se merecen algo excepcional? ¿O es el abandono su destino?

¿Por qué no crear residencias llamadas hogares, bonitas y alegres a muy bajo, o ningún costo, según sus necesidades? Rodeadas de vegetación, flores, pajaritos que los alegran cada mañana, con centros de terapia y artes manuales, con personal bien entrenado, responsable, disciplinado y dedicado. Todo esto en adición a la ciudad del adulto mayor.

Entonces sí daría Panamá un giro de 180 grados hacia el desarrollo humano y seríamos ejemplo y eje de referencia.

¿Esfuerzo? No tanto. Solamente buena voluntad. ¿Presupuesto? Hay de sobra, si los gastos llegan donde deben llegar.

Aspirantes espero que esto les sirva de guía, y dentro de cinco años veamos un plan próspero para este grupo.

La autora es jubilada
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