• 19/01/2010 01:00

El Ejecutivo y la justicia

Nuestra Constitución Política consigna la separación de los poderes del Estado. Los órganos Ejecutivo, Judicial y Legislativo deben trab...

Nuestra Constitución Política consigna la separación de los poderes del Estado. Los órganos Ejecutivo, Judicial y Legislativo deben trabajar en forma armoniosa, pero independientes el uno del otro. Los políticos, así como el pueblo, lo saben. El problema nace no de la ingerencia de un órgano en otro, sino en la dependencia mental de algunos funcionarios de un órgano con relación a otros funcionarios. Me explico.

No es que el presidente de turno influya directamente en fallos de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, no dudo inclusive que los presidentes no llamen a un magistrado pidiendo fallos, pero igualmente es harto percibido que los magistrados muchas veces buscan el favor del Ejecutivo con fallos que convengan o favorezcan la imagen del gobernante. Lo que nos ha faltado son magistrados de la Corte Suprema que fallen en estricto sentido de justicia, sin consideraciones políticas o mediáticas, sin ceder ante presiones muchas veces montadas en los medios o por percepción popular.

Solo si jueces y magistrados entienden que ellos son los llamados a impartir justicia, que son ellos los que tienen la responsabilidad total de que tengamos un sistema imparcial de justicia, podremos avanzar en nuestra democracia. Cuando jueces y magistrados desarrollan un temor reverencial al Ejecutivo, a los medios de comunicación, a la crítica popular, la democracia pierde. No es que el Ejecutivo se entromete, es simplemente que los encargados de impartir justicia no tienen el valor y coraje para mantener su independencia.

Es fácil decir que el Ejecutivo se ha entrometido en los otros poderes del Estado. Lo difícil es comprobarlo. ¿Qué culpa tiene el presidente de la República si los diputados quieren complacerlo y dejan a un lado sus criterios para simplemente hacer lo que el Ejecutivo solicite o sugiera? ¿Qué intromisión hay si jueces, procuradores y magistrados buscan tomar medidas que favorezcan las posiciones del Ejecutivo simplemente para quedar bien con el presidente?

En medio de la actual controversia, yo me pregunto ¿por qué ningún magistrado, ningún fiscal ha admitido haber recibido una llamada de un ministro o alto funcionario pidiendo tal o cual medida? Pero todos parecemos creer que hay una línea que sale del Ejecutivo y que siguen los miembros del Ministerio Público y hasta la Corte Suprema.

Yo, en lo personal, dudo mucho que los magistrados actuales basen sus fallos en quién los designó. Igual que creo que Guillermo Endara Galimany, Mireya Moscoso, Ernesto Pérez Balladares y Martín Torrijos nombraron magistrados por su capacidad, su trayectoria, y pensando en que harían un buen papel en la Corte Suprema de Justicia.

No creo que las designaciones hayan sido en función de tener votos favorables a ellos en casos que llegasen a la Corte Suprema. Y, si alguno de ellos juzga en base a los intereses del que lo nombró, ese magistrado debería renunciar por vergüenza profesional.

En fin de cuentas, es la entereza y carácter de los designados lo que hace que sean verdaderamente independientes en su manejo y fallos. Si se designa a un Contralor General, a un Procurador General, a magistrado de la Corte, es porque se piensa que tiene la honestidad y capacidad para el cargo, si la persona después de designado somete sus decisiones al querer de quien lo designó, no merecía el puesto.

*Ingeniero y analista político.marognoni@cwpanama.net

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