Durante su paso por Panamá, el trío conversó con La Estrella de Panamá sobre su evolución artística y el significado profundo que encierra su nombre y...
- 01/10/2025 00:00
“Nuestro país desde inicios del siglo XX, ha formado visiones de múltiples aspectos de la realidad peruana mediante la creación innovadora del cine, percepciones de diversas situaciones sociales en el tiempo, que traducen y constituyen una parte de nuestra memoria colectiva” (Cruz Villanueva, 2019).
Con marcada emoción José Alvarado Sánchez, Encargado de Negocios del Perú en Panamá informó a la cancillería peruana que el 27 de marzo de 1958 fue estrada en el istmo la película “L’Impero del Sole”, una superproducción de “Lux Films” de Roma, rodada en el Perú en colores. En la gala inaugural, la película fue presentada conjuntamente por las embajadas del Perú e Italia, ésta última conducida por el embajador Mario Majoli. Aquel día, Alvarado sorteó entre el público un pasaje aéreo Panamá-Lima-Panamá regalado por “Aerolíneas Peruanas S.A” (llamada también “Perú Airways”). Por su parte, el embajador Majoli ofreció una cena a las principales autoridades asistentes a la gala e hizo que la Sociedad de Beneficencia Italiana de Panamá comprase gran número de entradas para entregarlas gratuitamente en la universidad. También se organizó un concurso abierto sobre trabajos versados acerca del contenido del film. Resulta anecdótico señalar que la donación del pasaje aéreo fue la primera aportación de la aerolínea inca a las actividades culturales de la embajada en el istmo (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, Caja 5-20-A,of.110,doc. 110,1958).
“L’Impero del Sole” fue distribuida en Panamá por la “RKO Pictures” que permitió una exhibición privada del film el 27 de enero de 1958 a la que asistió el Presidente de la República Ernesto de la Guardia Jr., un reducido número de diplomáticos, periodistas, gente de cine y autoridades panameñas a quienes Alvarado obsequió un álbum recordatorio con las fotografías de los principales paisajes donde se rodaron las escenas. La película tuvo por protagonista a la actriz francesa Mathé Altery y fue dirigida por Enrico Gras que en 1949 había realizado “Il Paradiso Perduto”. En 1957, “L’Impero del Sole” había recibido el premio del “Italian National Syndicate of Film Journalist” a la mejor fotografía y fue finalista en la categoría de mejor música.
Otro de los eventos culturales de tono continental fue la presentación de la Orquesta Filarmónica de Nueva York en Panamá en aquel abril de 1958. Fue el primero de treintainueve conciertos interpretados en veintiún ciudades de América Latina en una gira que duró siete semanas. En su informe, Alvarado señaló que la orquesta neoyorquina conducida por Leonard Bernstein se presentó en Panamá en la localidad de Río Abajo ante dos mil espectadores. El Teatro Nacional no estaba en condiciones para recibir tal volumen de público por lo que se utilizó el Teatro Río. Fue una velada apoteósica a pesar del elevado precio de las entradas ($5 para asientos reservados y $3 entrada general). Se contó con la presencia del Presidente Ernesto de la Guardia Jr. y de su gabinete, del cuerpo diplomático en pleno, así como de las autoridades del Canal además de personalidades panameñas del arte y la cultura. El programa comprendió, en la primera parte, la Sinfonía 4 de Mendelssohn y el Concierto en Sol Mayor para piano y orquesta de Maurice Ravel; en la segunda parte del concierto se interpretó la Tercera Sinfonía de Aaron Copland. Luego del evento, el agregado cultural de la embajada estadounidense, George Edman, ofreció un cóctel para trescientas personas lo que permitió a Alvarado conversar con el propio Bernstein y con David Keiser, presidente de la Filarmónica y director de la gira, pudiendo conocer así que visitarían Lima el 16 de mayo de ese año (MRE, Caja 5-20-A,of.151,doc. 151,1958).
Sin embargo, mes y medio después, Alvarado reportaría que la revista “Times” -en su edición del 12 de mayo- había recogido las críticas de Bernstein al Teatro Río, declaraciones que generaron la legítima reacción del crítico panameño Endoro Silva quien respondió a través de la “Estrella de Panamá”. Silva -pintor y músico- aclaró que la selección del Teatro Río fue obra de la embajada norteamericana, no de los panameños. Añadió que la organización estuvo a cargo del USIS y no de Panamá; y que las fallas en los cortinajes y en el momento de los aplausos ocurrían en otros teatros del mundo, sin ser la excepción los Estados Unidos (MRE, Caja 5-20-A,of.219,doc. 219,1958). Al parecer, el mensaje fue contundente porque no generó réplica.
Esta breve mirada permite comprender que el cine y la música aportan momentos, acontecimientos, fenómenos o situaciones sociales, que constituyen el escenario donde se fortalecen o debilitan las relaciones diplomáticas bilaterales.