El Gobierno interino de Nepal ha comenzado a reanudar servicios esenciales este lunes, en un intento de recuperar la normalidad

- 28/09/2025 00:00
Antes, cuando alguien no tenía como responder en una discusión y empezaba a gritar, se le recomendaba un dicho que rezaba algo como “No subas la voz, mejora el argumento”. Haciéndole ver que no por gritar más, iba a convencer a su contraparte y por el contrario lo que sucedía era que empezaba ya no una conversación, sino una discusión que no conducía a ninguna parte.
Hoy, las discusiones se siguen dando, sin embargo, pareciera que quienes se quedan sin argumento han cambiado de táctica. Ahora, al quedarse sin respuestas inician una sesión de descalificación de quienes están discutiendo con esa persona o de las fuentes de donde provienen los argumentos.
Una gran parte de las nuevas generaciones, se han acostumbrado a solo leer los titulares de las noticias y no consideran el contenido en sí y mucho menos en las fuentes que se utilizan para emitirlas. Lo mas triste es que la generación que hoy va, casi de salida, se ha “montado en ese taxi” y está tomando las mismas malas mañas de no investigar ni leer mas allá, cuando mucho el primer par de líneas.
A quienes nos gusta escribir y hacer un análisis profundo de una situación, debemos ser muy cuidadosos al emitir una opinión, pues debemos marcar una diferencia cuando lo hacemos. Nadie que haga análisis político puede mezclar sus “sentimientos personales” con la realidad que analiza. Traducido, no podemos analizar sesudamente, anteponiendo nuestros deseos personales a una realidad, que podría variar depende de quien haga el análisis o de quien lo vaya a recibir.
La realidad política americana, esta muy lejos de lo que a muchos que hoy leen estas líneas, anhelarían que fuera. Sin embargo, a la hora de compartir una noticia, solo republican la que más va alineada con su propia forma de pensar. Sería imberbe pensar que estas personas van a publicar algo que vaya en contra de lo que piensa.
Por ejemplo, aspirar a que un “petrista” colombiano pueda aceptar que, en los casi 4 años de gobierno de su líder, no se ha logrado casi nada de lo que en campaña prometió, es casi tan irreal como que un “trumpista” acepte que su líder no haya logrado que se acabe la guerra de Ucrania en 24 horas o que ya no habría el conflicto Israel-Palestina.
De igual manera sucedería con algún libertario que pudiera aceptar que la derrota reciente del “peluquín” de las pampas en las urnas, se debe a que hay una gran cantidad de votantes que no ven ni sienten las mejoras que su sistema prometió.
Algo parecido sucedería con el supuesto fenómeno de la “pequeña nación en Centroamérica” cuyo líder se ha sabido vender como “el único posible salvador” de la patria, pero ha violado todos los derechos inalienables de la población para obtener seguridad, pero se le han olvidado casi todas las otras responsabilidades. Las cifras no mienten y ahí están.
Entonces, cuando no pueden rebatir, empieza el nuevo sistema: la descalificación del mensajero, porque no pueden combatir con argumentos el mensaje. Lo mas triste es que este nuevo sistema, no solo se usa en la política. Hoy abundan en las redes sociales, la descalificación de quienes expresan un argumento, sin desafiar la posición, solo tratando de descalificar a quien opine.
Si leyéramos más, estudiáramos más, nos educáramos más y conversáramos más, estoy seguro de que esto no tendría un lugar en las discusiones de hoy en día. Ojalá tuviéramos políticos que, en vez de liarse a golpes dentro del hemiciclo legislativo, se enfrentaran con el verbo y con el argumento, como se hacía antes. No levantando la voz, sino mejorando el argumento.
Hoy me gustaría a exhortar a quienes leen esta humilde contribución, a que nos instruyamos más; si tienen alguna duda, busquen, investiguen o pregunten. Total, hay un proverbio chino, atribuido a Confucio que dice: “Quien no sabe y pregunta es un tonto por 5 minutos, quien no sabe y no pregunta, será un tonto para toda la vida”