• 16/08/2009 02:00

Ahora le toca al Pueblo

Tuvimos que esperar el siglo XXI para que nos tocara a los del pueblo, algunos proponían el tiempo de la gente. El esquema político de u...

Tuvimos que esperar el siglo XXI para que nos tocara a los del pueblo, algunos proponían el tiempo de la gente. El esquema político de un Gobierno valdrá que se encause hacia una meta propuesta, en el ámbito de ordenamientos en lo constitucional, como desarrollo del contenido económico social visible.

Son palpables las desigualdades socioeconómicas que hemos vivido durante años, en un país con el crecimiento latinoamericano más alto, donde es muy distinto al crecimiento del sector marginado y miserable de nuestra población frente al volumen de privilegios de los políticos. También ha sido un hecho antisocial que tengamos una deuda social con la clase obrera y jornaleros, sector que reclama derechos adquiridos laborales (enfermeras, técnicos de radiología, laboratoristas, jubilados).

Panamá ha tenido un sector financiero en algunos momentos en detrimento de sus pequeños ahorradores, como es el caso de Banco Disa, quiebras de instituciones dedicadas a captación de ahorro privado, las quiebras simuladas de grandes empresas, la evasión tributaria, algunos siempre esperan moratorias para no pagar impuestos. También constituye un verbo rector de criminalidad que premia particularmente al amparo de situaciones económicas favorables al cómplice de los actos, siempre provistos de la intención de aumentar sus intereses económicos.

Este no es un país de revoluciones ni guerras, tampoco espero que por las vías de hecho tengamos que derrocar a nadie, porque en democracia gozamos de un régimen legalmente constituido y suplantarlo por otro en desacuerdo a la filosofía política de la democracia es una idea Utópica, a estas alturas como está sucediendo en Honduras. No obstante, cuidado con las libertades individuales y garantías constitucionales, como la libertad de expresión y confidenciabilidad de los documentos, correos, telecomunicaciones.

Que las libertades no sean coaccionadas, porque esto no significa que pudiese algún día, apresurarse como diría Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, luego de haber desarrollado una campaña altamente vigorosa de reivindicaciones sociales, con un dedo acusador por las injusticias de lo que llamó “oligarquías” por un sector obrero, una pequeña industria golpeada, desvalida y una sociedad que precipitó unos acontecimientos de violencia.

La muerte de Jorge Eliécer Gaitán, “caudillo” fue una muerte y barbarie anunciada, pues la política colombiana se había transformado en una guerra anunciada, clases sociales náufragas que buscan un equilibrio social, producto de ello ha de surgir un ejército miliciano generador de lágrimas, con desapariciones, secuestros, boleteos y bajo otras formas de violencia, un “Tiro Fijo”. Algunos tales bohemios que han caído y otros han perdurado en Colombia, hasta la fecha. Sí se puede, es el tiempo de la gente. Ahora le toca al Pueblo, quisiera ser ideólogo, soñar, para que no veamos la paja en nuestros ojos y nos la saquemos de una vez por todas.

*Abogado.lawyerfong@cwpanama.net

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