• 03/10/2015 02:00

Descentralización, Gobiernos locales y capacitación comunitaria

La mayoría de los debates hasta hoy confrontados, giran en torno al tema económico y su administración por los Gobiernos locales.

Después que el Ejecutivo anunciara una fecha definitiva para iniciar la descentralización del Estado y pasarle autonomía a los municipios, han empezado numerosos debates a favor y en contra con sonados y ardientes argumentos para sustentar sus respectivas tesis.

La mayoría de los debates hasta hoy confrontados, giran en torno al tema económico y su administración por los Gobiernos locales.

Con el carnaval de corrupción y el despilfarro millonario durante la pasada administración, no es extraño que el morbo y la desconfianza se exacerben y algunos piensen que: ‘Es una buena oportunidad para que en la repartición presupuestaria le lleguen recursos a su caja registradora de manera más fácil y que, al fin y al cabo, es mejor ser cabeza de ratón que cola de león'.

Otros piensan: ‘Si en todos estos años de vida republicana hay municipios y comunidades enteras que, a pesar de la tutela del Estado no han despegado, es una perdida poner más recursos en sus manos'.

De manera velada o en forma directa estos son los argumentos que se escuchan; pero se olvidan de que la historia de los pueblos camina hacia delante, nunca hacia atrás.

En todos los debates, es casi nula la participación de las comunidades y/o organizaciones comunitarias que no necesariamente tienen que ser de orden político. No se ha abierto una sola tribuna para que la llamada sociedad civil opine y los medios no se han preocupado por investigar qué opinan los obreros, comerciantes, los jóvenes, las mujeres, los grupos religiosos, en fin todos a los que la descentralización les impactará en una u otra forma. Algunas comunidades ni siquiera saben qué es ‘Descentralización'.

En el año 2005 con la asistencia del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), el Estado capacitó y contrató oenegés locales para que en todos los corregimientos del país se efectuaran ‘Consejos Consultivos Comunitarios', realizando convocatorias al margen de los representantes de corregimientos para evitar los sesgos políticos y preparar un plan de desarrollo que debería repetirse todos los años para utilizar adecuada y transparentemente los B/ 80 000 que ahora son B/110 000 producto de los ingresos del Canal. El plan de inversiones se aprobaba en asamblea, se editaba, publicaba y entregaba a la comunidad para que supervisara la ejecución del mismo.

La responsabilidad de la ONG era capacitar y acompañar a la comunidad para que identificara sus problemas, las causas del mismo, qué institución era responsable de su solución, cómo contribuiría la comunidad y cuánto esto costaría.

Para los que participamos en esta tarea, la experiencia fue enriquecedora. ¿De que fue fácil?, para nada, los representantes (algunos) sentían que perdían poder y peleaban para que la consulta solo se realizara con sus copartidarios, los poderosos del pueblo trataban de priorizar las inversiones que les convenían; pero al final se imponía la mayoría.

Esta buena experiencia debe repetirse ahora con sobradas razones, pero extendiendo la capacitación a todos los representante y juntas comunales. ‘El Poder Soberano está en la comunidad; el representante es el ejecutivo de ésta'. En la actualidad se comportan como capataces de una gran cuadrilla. Las comunidades deben aprender a ser artífices de su propio futuro.

En cada provincia existen oenegés con experiencias para acompañar a las juntas comunales y a los propios municipios en su plan de desarrollo. Habrá errores al principio, ¡sí!, pero se avanzara y se fortalecerá la democracia. ¡Hay problemas, pero hay programas! Como decía Torrijos.

La parte económica es importante, pero más importante es la gente.

Vámonos Patria a caminar, yo te acompaño.

INGENIERO AGRÓNOMO.

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