• 23/11/2016 01:00

La justicia de la mano de facilitadores judiciales

Catalino Velásquez es facilitador judicial de la comunidad de Cativón, ubicada en el distrito de Soná

‘Promover la paz, facilitar el acceso a la justicia y crear instituciones sólidas', reza uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), metas indispensables para la prevención del delito y la seguridad ciudadana.

En América Latina, varios países se han unido para lograr el acceso a la justicia. Entre ellos, Argentina, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Paraguay. Las máximas instituciones de justicia de estos países y la Organización de los Estados Americanos han contribuido a crear los Servicios Nacionales de Facilitadores Judiciales, una alternativa que tiene como objetivo resolver conflictos con participación ciudadana, educar en normas jurídicas a la población urbana y rural y agilizar la justicia evitando juzgados congestionados.

En el centro de este servicio se activan las figuras principales: los facilitadores judiciales. Seres humanos con una vocación de servicio encomiable, capaces de hacer un alto en sus tareas diarias, simplemente para servir a los demás de manera voluntaria.

En Panamá esta historia inició en el año 2008. Para aquella época se firmó un convenio de colaboración entre el Órgano Judicial y la Organización de los Estados Americanos, por medio del cual se creó el Servicio Nacional de Facilitadores Judiciales Comunitarios, con el fin de superar barreras administrativas y legales que han obstaculizado el efectivo acceso a la justicia para los ciudadanos en condiciones de vulnerabilidad.

Ocho años después, el Programa tiene presencia en todo el país y cuenta con historias inspiradoras, en donde 1247 facilitadores judiciales se han convertido en auxiliares de la justicia panameña, de los cuales el 56 % son mujeres.

Uno de los panameños que se ha beneficiado del servicio de los facilitadores judiciales es Pedro Cedeño, residente en la comunidad de Furniales, corregimiento de Quebro en el distrito de Mariato. Para él la presencia de esta figura en su natal provincia de Veraguas le ha dado la tranquilidad y la seguridad de sentir una orientación legal cuando la necesite.

Este año participó en una charla brindada por los facilitadores judiciales de su comunidad. En la actividad se detallaron los avances de las tareas realizadas por el Servicio Nacional de Facilitadores Judiciales en el distrito de Mariato, en donde resaltaron las mediaciones entre vecinos, asesoría en casos de violencia doméstica, charlas en temas de pensiones alimenticias y la remisión de casos de tierras a las corregidurías.

Esta vocación de servicio que desarrollan los facilitadores judiciales la realizan sin alterar sus actividades económicas diarias, debido a que en su tiempo libre atienden en su residencia o en áreas sociales de su comunidad.

Catalino Velásquez es facilitador judicial de la comunidad de Cativón, ubicada en el distrito de Soná. Este panameño manifiesta que convertirse en facilitador judicial es una experiencia que le ha permitido capacitarse y ser parte de la solución en diversos problemas entre sus vecinos.

En los primeros diez meses de este año los facilitadores judiciales han ofrecido en todo el territorio nacional 2156 charlas, beneficiando a una población de 30 640 personas. Cifras impactantes, si encontramos que es una labor voluntaria realizada por hombres y mujeres que ofrecen orientación valiosa y un acompañamiento, que representa ahorro de tiempo, recursos y energía.

Según el doctor Pedro Vuskovic, coordinador interamericano de Facilitadores Judiciales y representante de la Organización de los Estados Americanos en Panamá, los facilitadores judiciales son dirigentes naturales que la gente respeta, debido al liderazgo y compromiso dedicados a sus comunidades a través de una labor voluntaria.

PERIODISTA

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