• 27/12/2023 10:39

Mantengamos la mina

En todo este tiempo desde 1997 nadie se había quejado de la legitimidad de la mina y el tema pasó por las manos de muchos que dieron su beneplácito y que hoy en día se cambian de bando [...]

Acabamos de pasar por un trauma social con el tema de la mina. Todo se origina porque lastimosamente el ejecutivo y la asamblea aprueban el contrato apresuradamente y se causa una explosión social. Manifestaciones pacíficas por grupos anti-minería, pero también muchos que sus deseos son de un mejor contrato con la minera. Seguidamente, aprovechan la oportunidad la dirigencia de Suntracs para promover sus ideales izquierdistas, se juntan los profesores y los originarios para crear el caos. Que triste ver que Suntracs olvida el hecho de que sus compañeros fueron los que construyeron esa magna obra. Este movimiento se multiplica por aquellos que están descontentos con el gobierno por diferentes motivos. Resultado final, la mina es condenada y la CSJ declara la ley inconstitucional, siendo políticamente influenciada su decisión. Ya veremos que después de la embriagada y celebración por la decisión de la CSJ, vendrá la goma.

¿Será el cierre de la mina el deseo real de “la voluntad del pueblo”? ¿Es la suma de los que se manifestaron en contra, una prueba contundente de esto? ¿Qué porcentaje es ese de la población? Algunos por sus creencias y principios, otros fueron engañados con desinformación sobre temas ecológicos, otros oportunistas y los originarios más bien en contra de todo. Pero en un sondeo de opinión, he encontrado que muchos lo que desean es un mejor contrato.

En el 2017, cuando se declaró el contrato inconstitucional, la mina había estado construyéndose basada en un contrato firmado con el Estado desde hacía 20 años para entrar en operación en el 2019 amparada por el Código de Recursos Naturales con reglas muy específicas para el tema de minería donde la empresa podía explorar y de encontrar algún metal importante le daban el derecho de explotar sin una licitación pública. Esto es totalmente lógico y así se da este contrato con Minera Panamá. Cuando el Ejecutivo se sentó con la minera a renegociar el nuevo contrato, su intención fue mejorar las condiciones económicas para el país.

En todo este tiempo desde 1997 nadie se había quejado de la legitimidad de la mina y el tema pasó por las manos de muchos que dieron su beneplácito y que hoy en día se cambian de bando y aplauden la decisión de la Corte como puedo citar a exministros. , exprocuradores, exmagistrados de la Corte Suprema y políticos. Y por un número de abogados que con sus denuncias aparecen victoriosos con la decisión de la CSJ en sus manos como si fuera un trofeo de guerra. Que se preparan para el día de mañana cuando sean apuntados como unos de los protagonistas del desastre económico.

Si por la gracia de Dios tenemos recurso este que bien pudiera ser una de las tantas vías para combatir la pobreza al hacernos un país más rico, cómo vamos a ignorarlo. Los países árabes son más ricos de la tierra porque tienen petróleo. Entonces, ¿cómo hubiera sido este mundo sin el petróleo? Y ahora, con la tendencia a la reducción de combustibles fósiles recientemente acordada en la COP28 y teniendo nosotros lo que será el “commodity” del futuro, no vamos a aprovecharlo.

Más aún, la desigualdad de la cual tanto se habla, esa es una de las áreas del país donde había desigualdad y pobreza. Entonces, se crea una mina, el pueblo de Penonomé crece vertiginosamente, empleos directos e indirectos, crecen las urbanizaciones residenciales, centros comerciales, hoteles, etc y he allí un ejemplo de lo que quisiéramos ver en otros sectores del país para mitigar la migración de personas a la capital. A modo de ejemplo, es un caso muy entristecedor el de los nuevos emprendedores ganaderos y agricultores que con su producción abastecen los comedores de los 7,000 trabajadores de la mina y ahora están viendo sus sueños de superación desvanecerse.

El año 2024 será como una tormenta para nuestra economía. Causados por motivos de todos ya conocidos, pero sumados a la pérdida del grado de inversión con la ausencia de inversión extranjera. Lo irónico es que recientemente una publicación de US NEWS declaró que Panamá domina el ranking en Latinoamérica como el mejor destino para hacer negocios y el octavo en el orden mundial.

La mina es de tanta importancia como lo es el Canal, que son los dos grandes recursos naturales nuestros. No podemos darnos el lujo de perder este activo. La cantidad de desinformación que he visto me lleva a la conclusión de que aquí lo que cabe es una gran mesa redonda donde participen todos los gremios y hacer un gran debate nacional, informando a la ciudadanía de todos los detalles económicos, técnicos y ambientales en su debida forma. Si la conclusión es definitivamente el cierre de la mina, ojalá podamos seguir operando la mina y no perder los empleos bajo una concesión especial con la idea de ir levantando recursos para costear su cierre gradual. Pero si luego de este gran debate nacional, con la ciudadanía bien ilustrada, se concluyera la idea de mantener la mina, pues busquemos un esquema aceptable. Una asociación pública privada, quizás. Y cualquiera que fuera, llevará a un referéndum y que la mayoría decida. Eso estaría por encima de la Constitución y sería la verdadera voluntad del pueblo.

El autor es promotor de proyectos.

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