• 21/01/2023 00:00

Mayín: testigo de la historia

“La edición de su biografía, “Testigo de la historia”, un libro de 396 páginas y un anexo de fotos de 40 páginas, será oficialmente lanzado el próximo 8 de febrero [...]”

Si, a la voluntad inquebrantable de superación hubiera que darle un rostro, sin duda alguna, sería el de Mayín Correa, la panameña que ha marcado una impronta en la política, el periodismo y la lucha por la libertad, que en su carrera como comunicadora entrevistó a 32 presidentes, y en su faceta política ha competido en todos los cargos de elección popular, excepto el de presidente de la República, resultando triunfadora como representante de corregimiento, alcaldesa, legisladora y diputada.

La edición de su biografía, “Testigo de la historia”, un libro de 396 páginas y un anexo de fotos de 40 páginas, será oficialmente lanzado el próximo 8 de febrero en un acto a realizarse en el hotel Sheraton de esta ciudad, el cual constituirá todo un acontecimiento editorial.

Parafraseando al poeta norteamericano Walt Withman, “Quien toca este libro toca una vida...” y es que “Testigo de la historia” va más allá de lo anecdótico, porque es la expresión viva de una trayectoria vital, de aquella mujer nacida hace 87 años en un pueblito de Macaracas y cuya aventura y viajes alrededor del mundo le valieron tomar el té con la primera ministra británica, Margaret Thatcher; departir con la primera ministra de la India, Indira Gandhi; ser recibida por el papa Benedicto XVI, encuentros más allá de la mera formalidad periodística, ya que dejaron una huella en el alma de esta macaraqueña.

Las andanzas de Mayín por el mundo, así de literal, la han llevado diversas capitales, y en cada una de ellas tuvo experiencias que la marcaron desde la gélida Unión Soviética, hasta la asfixiante Pyonyang -capital de Corea del Norte, de Kil Il Sum- hasta la calidez de Londres, pasando por el asombro de Egipto y sus imponentes pirámides, el misticismo de la India con su Taj Majal, así como el calor del trópico en La Habana, Cuba, con su legendario desencuentro con el gobernante Fidel Castro y su cálida charla con George Pompiedu, cuando fue alcalde de París.

Un maestro de periodistas, como lo fue Guillermo Rodolfo Valdez, plasmó en un reportaje, bajo el inevitable título de “De las cutarras al mink”, una alegoría a la voluntad de triunfo de la macaraqueña, graduada de maestra en la Normal de Santiago, a la periodista recibida con honores en la residencia oficial de los primeros ministros británicos.

Periodista

En una época en que el ejercicio del periodismo en las mujeres era una “rara avis”, una jovencísima Mayín se inicia en el departamento de anuncios del diario Panamá América, y luego como reportera de calle, en la redacción del periódico El Día.

Quién iba a imaginar que esa chiquilla de 22 años tendría su propio programa de televisión, “Edición Especial”, pionero de los programas de opinión que vemos hoy en la televisión; su programa radial La Palabra, con más de 48 años en el aire y trabajaría en diarios tan prestigiosos como El Espectador, El Tiempo, ambos de Colombia, la revista Semana, el Miami Herald y el Nueva York Times, por mencionar algunos, desde cuyas columnas incendiarias, luchó inclaudicablemente contra los totalitarismos de izquierda y de derecha.

El espectro ideológico no fue problema para la periodista, ya que entrevistó personalidades de derecha recalcitrante, como el general Augusto Pinochet, hombre fuerte de Chile, el general Rojas Pinilla en Colombia, como al líder revolucionario Fidel Castro; Janos Kadar, primer ministro de la Hungría comunista, Agostino Neto, líder guerrillero de Angola, pasando por personalidades democráticas, como el argentino Raúl Alfonsín y Carlos Julio Arosemena, el derrocado presidente de Ecuador, cuya entrevista fue toda una primicia periodística, ya que fue en horas de la madrugada cuando aterrizó en Panamá, luego de ser depuesto por los militares.

“Tú eres bellaca...”

Así le dijo el general Omar Torrijos, a una insistente Mayín, que no perdió tiempo en estar lo más cerca posible de las conversaciones entre Torrijos y Fidel Castro, durante el viaje del líder panameño a la isla para normalizar las relaciones entre los dos países, rotas luego del triunfo revolucionario de 1959. La curiosidad le valió encontrones con la seguridad cubana y al final, el propio Castro, “cabria'o”, como decimos en buen panameño, le dijo a Omar “¿por qué no devuelves esa niña a Panamá?”, y ante la respuesta de Torrijos, le espetó el cubano: “devuélvela a nado”. A lo que Mayín le ripostó a Castro: “¿Y usted por qué no me acompaña?”, a lo que todos rieron de buena gana… para disfrazar la tensión.

Civilista

Mayín nunca ocultó su amistad con Omar Torrijos, hasta eran vecinos en una época en que ella vivió en calle 50, rasgos inéditos de la personalidad del líder octubrino y del último comandante de las Fuerzas de Defensa, son recordadas... Pero, dice el escritor Carlos Alberto Montaner: “lean el libro”.

Luego del “avionazo” de cerro Marta, que le costó la vida a Omar, Mayín fue endureciendo su postura política, ante el endurecimiento del régimen militar y fue la decapitación del médico Hugo Spadafora, el llamado “viernes negros”, donde miles de panameños fueron reprimidos, las denuncias del coronel Roberto Díaz Herrera -que Mayín trasmitió en directo para KW Continente y medios internacionales- lo que la puso en curso de colisión con el régimen norieguista.

“Mayín está fumando marihuana”

Mayín cuenta que ganó la diputación por el PALA, cuya facción, liderada por el empresario Carlos Eleta Almarán, se mostró crítica del régimen militar, siendo una de las pocas legisladoras que alzó su voz en la Asamblea Nacional y denunció la represión y corrupción imperante, al punto que un legislador oficialista le gritó en pleno hemiciclo: “Mayín está fumando marihuana...”.

El exilio en Miami era la consecuencia lógica de una postura inquebrantable como la que adoptó la diputada y periodista y su trabajo de denuncia mundial, a la dictadura mediante columnas y corresponsalías internacionales, son un hecho conocido, empero hay en esas historias puntos inéditos, que por primera vez se detallan en este libro biográfico.

Intimidad

Entre el campito de Macaracas a las grandes capitales mundiales, Mayín tuvo sus amores y decepciones, la vida no ha sido fácil para los que quieren superarse y hacer el bien a la comunidad, tal vez por eso las vicisitudes han moldeado su carácter; sin embargo, como ella misma dice: “Yo espero dejar al mundo un poquito mejor de como lo encontré”. De allí que sus ejecutorias públicas siempre han sido en favor de los más necesitados…, pero... lean el libro y sabrán el cómo y el porqué de la trayectoria de esta panameña.

Periodista
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