• 12/07/2018 02:00

Lo mejor es largarse ¿pero para donde?

Pero al parecer, las cosas cambiaron mucho durante mi desapercibida ausencia de tantos años

E stoy escribiendo al filo de la madrugada, en uno de los mejores hoteles de David, que no puedo mencionar porque si regreso otra vez me cobrarían por bocón. Estoy en medio de ladridos de perros disfrazados de hambrientos tinaqueros reunidos como en esa asamblea legislativa que ustedes conocen. Se siente una fuerte sinfonía de grillos llamando a sus hembras para eso, y el acompañamiento además de los ronquidos de nobles chiricanos que duermen apaciblemente ‘despaturrados', como si no le debieran un real a nadie, así dicen que son todas las noches en el valle de la luna, desde ‘Rabo de puerco' en Puerto Armuelles, hasta los criaderos de gallos en los ruices., felices, muy felices. Sin embargo, no ví a ninguna mujer caminando sola en la penumbra contoneándose como hace 25 años reaparecían hermosas, ni me atreví tampoco a pedirle a un taxista que me llevara al ‘gato negro', por temor a verlo demolido como la vetusta iglesia capireña donde los Jesuitas educaron a Victoriano Lorenzo y los Franciscanos me bautizaron a mí.

Mi llegada tardía al descanso, obedeció a que recorrí varios puntos demasiado nostálgicos en esa provincia patriótica de mi vida, provocando habladurías con las personas, utilizando mi experiencia como vendedor con guarumos nacidos en la espalda como los que les salen a los viejos lagartos que retozan en el majestuoso río Chagres. Aproveché con sutileza que a los chiricanos les encanta hablar mal de los gobiernos, recuerdo que hasta en la dictadura lo hacían sin miedo, cómodamente sentados o grupitos en pie, desde el parque Cervantes y eso para mí, resultaba maravilloso. Pero al parecer, las cosas cambiaron mucho durante mi desapercibida ausencia de tantos años.

Ya los gobiernos son página pasada en Chiriquí. Ahora son los partidos en general los que están en medio de una tormenta desequilibradora por su ostensible devaluación. Son lo más parecido a una fábrica de ladrones dicen. En esa tierra productiva, los políticos han decepcionado a los ciudadanos. Sentí que alguna oportunidad tendrán entonces los candidatos independientes en el próximo ritual de las elecciones de mayo de 2019. Eso sí, todos respondieron que todavía no vale la pena largarse de Panamá, porque, pese a todo, ¿en qué lugar del planeta estaríamos mejor que en Chiriquí?...¡Meto!

ESCRITOR COSTUMBRISTA

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