Creatividad, desempleo y el miedo

La creatividad debe apuntar a un objetivo, es la raíz para el mejoramiento de la inteligencia personal y del progreso humano.

En momentos en que el desempleo comienza a hacer mella a las expectativas personales, entonces la CREATIVIDAD surge como punta de lanza, a objeto de sobrevivir ante una difícil coyuntura económica.

La creatividad es la producción de una idea, que sea útil, se caracteriza por la originalidad y por las posibilidades de hacerla una realización concreta.

La cuestión es atreverse por encima de las circunstancias, luchar contra el miedo, hasta ser capaz de llevar a cabo una idea que permita transformar, crear y mejorar calidad de vida.

Parafraseando a José Ingenieros, en su obra ‘El hombre mediocre', hay muertos vivientes que no poseen criterio propio, siempre temeroso de que alguien pueda cuestionar sus ideas: vive a la sombra, es un individuo carente de proyectos.

El peor de los miedos es el miedo mismo, es el nutriente de los cobardes: ¡qué dolor!, ¡qué pena!, achicarse de esa manera.

El ser humano posee una computadora interna, con millones de neuronas prestas a servir a su cerebro, a objeto de activar su CREATIVIDAD, solo hay que intentarlo.

Bien lo dice Og Mandino en su obra ‘El vendedor más grande del mundo', ‘más vale intentar y fracasar a no hacer nada y salir del paso a duras penas'.

PERIODISTA