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- 28/05/2021 00:00
Nací de nuevo
El miércoles 5 de mayo perdí el conocimiento y fui rápidamente auxiliado y atendido. Entre la gran lista de personal que actuó con gran rapidez, uno de mis ayudantes fue mi chófer, Eduardo Jiménez, que llamó al Dr. Ramón Zarak, quien pronto fue a mi casa y ordenó llevarme enseguida a la Clínica Hospital San Fernando, activándose la alarma de “stroke”.
El personal de urgencias estuvo dispuesto a atenderme con rapidez. Ellos me sometieron a muchos exámenes y los doctores que me atendieron, Ramón Zarak, Ricardo Lyma Young, Luis Fernando Alfaro, Anastasio Ameijeiras y Guillermo Mc Leod, ordenaron que me hicieran una inmediata cirugía. Afortunadamente, no tuvieron que abrirme la cabeza para la operación para sacar los dos pequeños coágulos, sino que, a través de una vena desde la pierna hasta el cerebro, el neurólogo, con gran habilidad, logró disipar la obstrucción en el cerebro. Me desperté ya alrededor del mediodía del sábado en la UCI, así que no me di cuenta de todo el trabajo que se llevó a cabo en esos días.
En la sala de cuidados intensivos, dan fe de todos los exámenes que tuvieron que realizarme cada cuatro horas. Hay que destacar la labor del equipo de cuidados intensivos, donde también estuve unos días. Después de muchos exámenes, medicaciones y cuidados, me sacaron de cuidados intensivos y me llevaron a un cuarto mucho más amplio, cómodo, con teléfono, con atención personal. Alrededor de cuatro o cinco días adicionales estuve hospitalizado, hasta que me dieron salida para regresar a casa.
Por supuesto que en mi retorno a casa me han ayudado con un enfermero de la propia clínica, con una lista de cuidados en la alimentación y de todas las medicaciones. Además, tengo un equipo que me hace ejercicios todas las mañanas y tres veces a la semana recibo asistencia para terapia de lenguaje para ayudarme a sobrellevar las dificultades que me han quedado de caminar y de hablar.
Estoy recuperándome poco a poco.
Les agradezco las misas, las oraciones y muestras de afecto. Gracias a todos los que han preguntado varias veces a cerca del progreso que voy presentando.
Yo sigo con paciencia las instrucciones médicas, con optimismo sobre el futuro, a pesar de mi edad.
Doy gracias a Dios y a todo el personal que me ha ayudado a recuperarme y por esta nueva oportunidad que me da la vida.