• 07/11/2021 00:00

Las negociaciones mineras, en 'stand by'

“Queda entonces, […], la esperanza (en) miembros (del) equipo negociador […], (que) defiendan los derechos de Panamá, […”

En dos presentaciones del Dr. Marcel Salamín, del programa “Zona de Tertulia”, previo a su asignación como negociador, planteaba la necesidad de utilizar nuevo esquema de participación para Panamá, de los recursos mineros, con 49 % de los ingresos y 2 % para los trabajadores y 49 % del remanente para los actuales operadores.

Pendiente quedaba, publicación en Gaceta Oficial, del fallo de inconstitucional de la CSJ, en cuanto a que los “Beneficial Owners”, los dueños de la minera, son Estados extranjeros.

Esto le daba una ventaja de negociación a Panamá, puesto que la minera, no disponía de contrato y partía de cero, la negociación. Actualmente, no se conoce de la publicación de dicho fallo.

Afirmaba Salamín que el concepto de regalías es engañoso, porque, en su cómputo, se podían incorporar artificios contables, que reducían los montos asignados a las regalías.

Ahora, en otros países mineros, se utilizan asignación de regalías, acciones e inclusive, impuestos, lo cual no figura ahora.

Quedaba pendiente por definir la forma como Panamá adquiriría el 49 % de las acciones, que entendemos sería de forma gradual.

El no emplearse el 49 % de “las ganancias”, obedecía al temor de las manipulaciones en las cifras, tanto de los ingresos, como de los gastos, que deformarían, la conveniencia para Panamá.

Parece de mayor aceptación el concepto de ganancias, porque es el neto de la operación, cubierto con el 49 % de las acciones, pero eso sí, con una auditoría recia, que también genera frustración, por “las trampas” de esas auditorías de ingresos-egresos. Requiriéndose auditoras privadas, como auditorías del sector laboral, de la sociedad civil y, desafortunadamente, la menos confiable auditoría de la Contraloría nacional.

En el componente ambiental, ya negociado, lo gestado no cubre satisfactoriamente las expectativas de lo que se hubiese esperado.

El repliegue de Salamín, con esencia de claudicación ante sus ideales, mantiene el realismo del Quijote de La Mancha luchando contra los “Molinos de Viento”.

Queda entonces, ante el fantasma agorero, esgrimido de los “sobornos”, en la negociación, “delito precedente al lavado de dinero”, la esperanza de miembros en el equipo negociador que vivieran el liderazgo de Torrijos, en la Guerra Bananera, con un imperio económico y político, al igual que los Tratados del Canal, para que, con virilidad y verticalidad, defiendan los derechos de Panamá, como Adolfo Ahumada, Nils Castro, Orestes Nieto, que, como asesores independientes, orienten la negociación, cuyos aportes se requieren para superar el endeudamiento, el IVM de la CSS, afianzando el sistema de jubilaciones, que hoy se mantiene en total incertidumbre.

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