• 11/11/2008 01:00

Barack Obama

BARACK OBAMA ES HIJO DE LA CRISIS. Sólo así se puede explicar la increíble victoria electoral sobre el fundamentalismo conservador y re...

BARACK OBAMA ES HIJO DE LA CRISIS. Sólo así se puede explicar la increíble victoria electoral sobre el fundamentalismo conservador y religioso que arrastró, durante ocho años, a la primera potencia mundial, al borde de una profunda recesión, a la aventura de dos grandes guerras de las cuales no encuentra manera de salir, a la perdida de sus alianzas estratégicas con sus principales aliados naturales y a una política interna autoritaria que, luego del 11 de setiembre, afectó los derechos humanos y sociales de todo su pueblo.

Barack Obama es la respuesta del sistema al punto peligroso a que se llegó y que amenaza con producir una crisis mundial de consecuencias impredecibles.

En ese sentido Obama es el producto de la necesidad y de la oportunidad.

El discurso de Obama, basado en la esperanza y en una visión de cambio, enardeció a las “minorías” afroestadounidenses y latinas, artífices en muchos Estados, de su impresionante victoria.

Pero Obama también supo enviarle un mensaje a las juventudes menores de treinta años, asfixiadas por los altos costos de la educación y la limitación de oportunidades, de las cuales, más del 65% le brindó su voto y fue la base voluntaria principal de trabajo en las comunidades.

Al final de la contienda Obama ya había recibido el apoyo de la inmensa mayoría de las grandes corporaciones noticiosas y de un impresionante sector del sistema financiero. De allí el discurso de Obama cuando habla a toda la población por encima de su condición partidaria, casi de forma mesiánica y asume la representación de conjunto de toda la sociedad norteamericana. Él es el llamado a corregir los excesos, abusos y distorsiones del sistema.

Muchos se preguntarán, ¿de qué forma esto nos puede ayudar? Creo que lo más importante, su mayor prioridad, es restablecer la confianza en esa nación y bajo su consigna de unidad nacional enfrentar una crisis que tiende a profundizarse y que tomará mucho tiempo poder superar. Es a partir de cómo enfrenten su situación interna, como nosotros, el resto del mundo, podrá también incorporarse al discurso de la esperanza.

El fenómeno Obama refleja el instinto de sobrevivencia de esa nación. Pero las fuerzas conservadoras, las del status quo, darán una postrera resistencia al cambio.

Pero finalmente el sistema entiende que no hay alternativa. Esos ocho años de absurdos y de irresponsabilidades han colocado el país al borde del abismo. No existen plazos ni etapas previas que cubrir.

El nuevo presidente de los Estados Unidos de América tendrá mucho que decir y que decidir antes de que oficialmente asuma su nuevo cargo.

Pienso que muchas cosas van a cambiar en cuanto a las relaciones internacionales y al reconocimiento de las nuevas realidades en América Latina.

Será un proceso lento y lleno de contradicciones, pero los ajustes que se produzcan, siempre podrán servir para desarrollar un trato más justo y de mayor tolerancia, a la luz de esas mismas realidades que el fundamentalismo conservador despreció, ignoró y mantuvo sometido todos estos años...

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