• 17/03/2022 00:00

Los objetivos comunes de una nación

“[...] ¿qué estamos dispuestos a hacer por nuestro país?”

Era el invierno de 1961 en la capital de EUA. Se celebraba el acto de investidura del presidente más joven en la historia de este hermano país. Este solemne acto dejó una frase profunda e inspiradora: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti. Pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”, John F. Kennedy.

Al leer o escuchar la frase, inmediatamente invita a pensar en el compromiso o vínculo que debe tener uno con su país, especialmente a las causas comunes que necesitamos para hacer de Panamá una mejor nación para todos sus habitantes. Luego de esta primera idea es necesario reafirmar el sentimiento de orgullo que tenemos todos los panameños cuando como país logramos objetivos juntos.

En los años recientes y en la actualidad, nuestro país afronta grandes retos nacionales. El panameño se enfrenta diariamente a injusticias que radican naturalmente en el desgaste institucional, producto del clientelismo y la corrupción. Esta realidad motiva a las nuevas generaciones interesadas por el bienestar del país a promover una política moderna, de carácter humanista, de participación ciudadana, fundamentada en propuestas y alejada del clientelismo. Teniendo como consecuencia, la eficiencia en la gestión pública por medio del inicio de un proceso de reconstrucción institucional.

El punto de partida es trabajar en esos objetivos comunes que requiere nuestro país. Por ejemplo. Debemos iniciar la transición hacia un Estado moderno, emprendiendo un proceso de reconstrucción de nuestras instituciones por medio del fortalecimiento de las carreras públicas. A su vez afianzar nuestro sistema de justicia, blindándolo de la política partidista a través de la profesionalización, el aumento de penas y la imprescriptibilidad de los delitos contra la corrupción. No se puede postergar el tema de la Caja de Seguro Social, que es importante enfrentarlo con la seriedad y el compromiso que representa el futuro de todos los asegurados. Por último, garantizar los servicios básicos a toda la población, agua, luz, salud, seguridad, transporte, movilidad y un sistema educativo del cual nos sintamos orgullosos; aspirando como país a mejorar la calidad de vida de todos y todas.

Debemos reconocer que la política ha cambiado, ya no es de puertas cerradas, como era tradicionalmente. La política actualmente obtiene su fundamento en la participación ciudadana. Escuchando constantemente a las personas, se fortalece la democracia y las instituciones inician su traslado de extractivas a inclusivas para la ciudadanía. Ahora, nos encontramos en la antesala de un periodo importante y decisivo para el futuro del país. Va a iniciar el proceso electoral de cara a las elecciones de 2024, pero antes de todo proceso, debemos sentarnos y tener claros los objetivos comunes por los cuales debemos trabajar. No podemos iniciar un proceso de reconstrucción o transformación sin tener un plan y una meta de adonde queremos llegar. Los grandes proyectos nacionales deben realizarse con propósito, fundamento y objetivos; pero sobre todo unidos. Cierro este artículo parafraseando la frase celebre con la que inicie y dejando la siguiente interrogante: ¿qué estamos dispuestos a hacer por nuestro país?

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