Decenas de famosos alabaron este lunes el estilo de los dandis negros y lucieron conjuntos de sastrería extravagantes en su honor en el preludio de la...
- 04/04/2009 02:00
‘Palabras, palabras, tan sólo palabras...’
Más o menos así dice una vieja canción, y es lo que abunda en esta campaña, pero todas sueltas, producto del desmedido interés por conquistar el favor de la masa.
Esa masa amorfa y sin criterio que lamentablemente es la que elige a los gobernantes que salen gracias al condicionado voto popular. Voto condicionado al posible beneficio que se puede obtener. “Si este me promete trabajo”, “si este promete que me dará lo que el otro no cumplió cuando ganó”.
¿Cuántos de los miles —miles— de votantes realmente piensan en el bien común, en lo que es mejor para el país? ¿Cuántos se mueven alrededor de los candidatos, ondeando sus banderas, luciendo sus suéteres y gorras, llevando sus pancartas, pensando honestamente en que en realidad esa persona representa lo que el país necesita para entrar al desarrollo ese que beneficiará a todos? ¿Cuántos de verdad votan por un mejor sistema de educación, salud y vivienda, así como la justa distribución de las riquezas?
“Las palabras se las lleva el viento” y “el papel aguanta todo”, se suele decir cuando las palabras que se dicen hacen percibir una posibilidad muy remota de que se puedan cumplir.
No quiero pensar que de repente comenzarán, ya en la recta final, a prometer ríos para justificar la construcción de puentes. Los panameños no queremos promesas ni palabras huecas dichas al calor de la campaña. Esta es una nación joven, con apenas unos 3.3 millones de habitantes, con muchos recursos, merecemos un mejor futuro, pero debemos fundamentarlos en propuestas, planes y políticas de desarrollo estructuradas sobre nuestras reales posibilidades.
Prometer favores económicos, todo a costillas de los recursos del Estado, para obtener el favor de la masa electoral, es, por decir lo menos, irresponsable. Pero la única responsable de que los políticos crean que pueden ganar así, es precisamente la población que favorece a quien promete sin presentar propuestas concretas para el futuro del país.
-La autora es socióloga.yadysel.rivera@gmail.com