• 06/07/2015 02:00

La enseñanza del cooperativismo en Panamá

El Ministerio de Educación debe tomar la iniciativa que, en este sentido, le permite la Ley No. 12 en mención

Propicia es la ocasión, en el marco del Día Internacional del Cooperativismo, el pasado 4 de julio, que este año tuvo como sede la provincia de Veraguas, cuna del cooperativismo nacional, retrotraer al tapete nuevamente la Ley de la Enseñanza del Cooperativismo en Panamá, en sus Bodas de Plata, pues representa uno de los aportes más valiosos y positivos de la Asamblea Legislativa en el periodo 1990-1994. Efectivamente, la Ley 12 de 5 de octubre de 1990, aprobada por dicha Asamblea, instituyó la enseñanza del Cooperativismo en los Centros Educativos del país. La misma Ley coloca en un plano de interés la integración de los contenidos programáticos de algunas asignaturas en los planes de estudios y, su flexibilidad, permite la aplicación cooperativa de forma progresiva en diversas materias escolares.

Es preciso apuntar que la enseñanza de esta filosofía social debe combinar los aspectos teóricos y prácticos con sentido esencialmente didáctico. Este principio marca una brecha en la enseñanza que no se ha superado en los 25 años de existencia de la Ley. Una mora administrativa y educativa, que el péndulo educativo marca con suma gravedad el atraso en la formación integral del estudiante panameño, un ingrediente complementario en su formación integral.

La Ley se extiende más allá de los contornos escolares. Responsabiliza a la Universidad de Panamá para coordinar con las instituciones de enseñanza superior las medidas pertinentes en la formación y capacitación del personal docente, encargado de orientar el proceso de aprendizaje del cooperativismo a nivel universitario. La Ley es bastante clara y precisa; más las instituciones del Estado y, especialmente, el Ministerio de Educación han caminado a la zaga y con tropiezos en la formación de una doctrina socioeconómica que encaja perfectamente bien en Panamá ante una realidad socioeconómica que nos asfixia y golpea grandes bolsones de pobreza en diversas regiones país.

El Ministerio de Educación debe tomar la iniciativa que, en este sentido, le permite la Ley No. 12 en mención y no puede ni debe relegar este compromiso ante las presentes generaciones, sobre las cuales deben edificarse principios éticos y morales indispensables en un momento crucial de la educación panameña. El Ipacoop, por otra parte, como rector del movimiento cooperativo y otros entes corresponsables, deben elevar el estandarte de este glorioso movimiento y sin temor, a muchísimos lugares del país.

Hay que abrirse camino sin demora y evaluar lo que se ha realizado hasta el momento en cuanto a la colaboración permanente en los aspectos teóricos-prácticos que deben realizarse en los centros educativos y en la comunidad, la cual puede recibir este impacto positivo en cuanto a organización y manejo del desarrollo comunitario.

Prácticamente, a casi veinticinco años de aprobada la mencionada Ley, se impone una revisión y evaluación del trabajo invertido en la educación cooperativa, momento preciso que implica la actualización de los programas y, especialmente, una evaluación del currículum de educación cooperativa por un personal que debe estar dedicado a esta impostergable tarea educativa. De este ejercicio tendrán que surgir novedosas estrategias que enrumben la educación cooperativa por caminos seguros, eficientes y dinámico. Cada Regional de la Educación debe levantar un mapa descriptivo de su propia realidad cooperativa, sus logros, limitaciones y avances y presentar opciones para el mejoramiento educativo.

La Constitución nacional impone que ‘la educación es democrática y fundada en principios de solidaridad humana y justicia social'. Insertos en esta norma constitucional se encuentran los principios cooperativos. La educación se aboca hoy a un desarrollo integral del hombre, una tarea más humana y dignificante que eleve los valores de la persona humana, su dignidad y la solidaridad ante una crisis de civismo que aterroriza y produce estupor en el país. La Educación Cooperativa es una opción y una alternativa en los actuales momentos, coyuntura feliz que hemos postergado, aún en las organizaciones cooperativas.

*EXLEGISLADOR, AUTOR DE LA LEY DE LA ENSEÑANZA DEL COOPERATIVISMO EN PANAMÁ.

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