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La prosperidad de un país se crea, no se hereda. La competitividad de un país depende de su innovación y mejora... M. Porter.
En los últimos 200 años, la Teoría Económica ha evolucionado desde las ventajas comparativas, hasta las ventajas competitivas y posteriormente las ventajas sostenibles, defendibles, evolutivas y últimamente las innovadoras. Esto nos refiere a examinar nuestra historia y buscar aspectos relevantes que nos ayuden a velar por un futuro mejor y más promisorio.
Primeramente, se tienen las Ventajas Comparativas (David Ricardo, 1817), en donde se hace referencia a una serie de elementos que van desde los términos de intercambio, los costos y otros ingredientes de carácter económico, pero en el caso de Panamá, este concepto lo representa su “Posición Geográfica”. Históricamente incuestionables y actualmente con el privilegio de estar ubicada entre dos grandes bloques comerciales (Nafta, Mercosur y Pacto Andino). En situación similar al este la Unión Europea, y al oeste el Sudeste Asiático. Panamá es un bioceánico privilegiado.
Ventajas Competitivas (Michael Porter, 1980). Para Panamá claramente identificable: el Canal de Panamá, la Zona Libre de Colón y el Centro Bancario Internacional-Regional, entre otros. Panamá logró con el pasar de los años desarrollar aspectos importantes para ir consolidando su ventaja comparativa. Estas actividades económicas fueron conformando una estructura para llevar a cabo el desarrollo de una estrategia-país que sirvió durante mucho tiempo como eje central de un crecimiento que se enfocaba en el mercado internacional.
Las ventajas competitivas deben estar sujetas a ser sostenidas y defendidas. De ahí que se tienen entonces Ventajas Sostenibles, las cuales se centran en lograr superioridad única que conduzca a un claro liderazgo en los aspectos anteriormente desarrollados. En el caso de Panamá es importante remontarse al año 1997, cuando la actividad portuaria fue privatizada, esto trajo consigo un desarrollo en el sector portuario que en su momento creó una gran brecha entre Panamá y sus competidores regionales. Aunado a esto, la complementación lograda con el ferrocarril Panamá-Colón.
Siguiendo, se tiene entonces la necesidad de que las ventajas sean: Ventajas Defendibles. Era el momento de lograr una posición destacada en comparación con el resto de la región. Defender la centralidad comercial lograda. Tener la capacidad de defender la cuota de mercado y la posibilidad de atraer nuevos clientes o usuarios al país. En este aspecto, se ha trabajado en profundizar en la conectividad, para la cual se debe resaltar el desarrollo de la Zona Especial Panamá Pacífico, la modernización del Aeropuerto de Tocumen, Panamá hub de las Américas y la Terminal de Hidrocarburos, entre otros.
La lucha por el liderazgo y preponderancia en la región no ha sido fácil. Los países vecinos, desde México hasta Chile en el sector Pacífico, están en constante acecho. Entonces, como países nos vimos obligados a caer en la necesidad de: Ventajas Evolutivas. Panamá tuvo la obligación de manifestar que tenía la capacidad de evolucionar. No era una cuestión de cambio, más bien era la importancia de demostrar que se mantenía el liderazgo en el sector marítimo-portuario. Entonces, el país en su mayoría aprobó la ampliación del Canal.
Finalmente, las Ventajas Innovadoras. Es necesario seguir avanzando en el complicado mundo competitivo que actualmente se vive. Es fundamental comprender que la innovación no ocurre de manera centralizada, sino en el límite. Esta sucede cuando se perciben cambios en el entorno que obligan a buscar respuestas adecuadas. Este es el caso del modelo marítimo-portuario de Panamá, llegó (no ahora, hace tiempo) al límite. Realizar transbordos de carga sigue siendo un negocio, pero agotado, y no aporta lo suficiente. Es necesario partir para nuevos modelos de negocios, para brindar una oferta diferente, que no compita con la actual, y es ahí donde el gobierno debe saber gestionar los proyectos por venir. El Tren Panamá-David-Frontera, la Terminal Portuaria Multipropósito de Aguadulce, la Terminal Marina Multiuso del Puerto de Barú, la Zona Económica Especial de Mensabé.
En el caso de la Zona Económica Especial de Mensabé, esta surge como una idea innovadora de carácter transformador, con un impacto región-país importante y con una inversión inicial más responsable. Es vital olvidarnos de la vieja dicotomía: región metropolitana-resto del país. Esta zona responde a la necesidad de un desarrollo integral de país, a la creación de un área integradora que incluya las facilidades marítimas, aéreas (el Aeropuerto de La Candelaria), turísticas (Pedasí y todo el potencial existente) y logísticas (desarrollo de un parque logístico de transformación y distribución), bajo un esquema más agresivo. Panamá por su posición está en una zona o ruta de tránsito (frente a las costas de la península de Azuero pasa aproximadamente el 3% del comercio mundial), con progresión geométrica, especialmente si se entiende la acotación que hacía Lachman en 1999: “El mayor benéfico que se puede obtener no está en el canal, ya que en realidad esta vía marítima es un complemento de un sistema de transporte más complejo”.
Es el momento para desarrollar el verdadero “clúster de Panamá”, bajo el criterio de la existencia de oportunidades de negocios que no se pueden desaprovechar, en la línea de poder articular los distintos sectores o actividades que generen valor agregado atrayendo la carga que se encuentra en el mar y está sujeta a transformación y distribución. Es momento de “sorfear” la ola de la historia, estando claros que no podemos hacer el mundo como quisiéramos, entonces sólo nos resta reaccionar adecuadamente y sacar el mayor beneficio. Como bien planteó Lachman Varela: “Panamá debe ser el centro de negocios más importante de América Latina, donde prevalezcan reglas claras y oportunidades para todos aquellos deseosos de progresar, en función del desarrollo humano sostenible”.
Una pregunta final queda en el tapete: ¿Si el puerto de Mensabé estuviera desarrollado o en proceso avanzado de desarrollo, los chinos hubieran invertido en el puerto de Chancay, Perú?